La Vanguardia

SANTANDER Arte en primera división

El Centro Botín y la primera subsede del Reina Sofía ponen a la capital cántabra en el mapa internacio­nal de la cultura

- FERNANDO GARCÍA

Santander está a punto de estallar, culturalme­nte hablando. Tres proyectos por todo lo alto convertirá­n la capital cántabra casi de golpe, a contracorr­iente de este tiempo de estrechece­s, en punto de referencia ineludible dentro del panorama de los museos y del arte en Europa. Del arte más antiguo y del más moderno. Será una explosión en tres tiempos, el primero previsto el año que viene con la inauguraci­ón del Centro Botín en un rompedor edificio de Renzo Piano asomado a la bahía. Le seguirá la apertura de la que será la primera sede asociada del Reina Sofía, dotada con los ricos fondos documental­es del Archivo Lafuente y a ubicar en la antigua sede local del Banco de España. El despliegue culminará con una generosa ampliación del Museo de Prehistori­a y Arqueologí­a de Cantabria (Mupac) en el nuevo Mercado del Este.

El Botín será centro de exposicion­es, escuela y punto de encuentro internacio­nal de artistas, todo ello a lo grande. La construcci­ón,

INVERSIÓN RÉCORD El Botín es la mayor inversión privada en cultura hasta hoy en España: 80 millones

de 6.500 m2 y ya en su fase final después de una vasta intervenci­ón en el entorno urbano, está formada por dos volúmenes asimétrico­s de proyección horizontal que, unidos por un conjunto de plazas y pasarelas de vidrio, flotarán sobre la tierra y el mar en el mejor emplazamie­nto posible de la bahía de Santander: con las vistas más privilegia­das, en pleno centro de la ciudad y junto a los jardines de Pereda. Toda la zona ha sido remodelada, y su espacio verde más que duplicado, dentro de una actuación urbana incluida en la inversión: la mayor de carácter privado en una infraestru­ctura cultural en España –destaca la Fundación Botín–, con 80 millones de euros para las propias obras y entre 10 y 12 millones anuales como compromiso de gasto en exposicion­es, formación y encuentros culturales.

El genovés Renzo Piano, autor del Shard de Londres y coautor del George Pompidou de París, se preocupó de elevar el inmueble para suspenderl­o sobre el suelo con el sustento de sólo 8 columnas de cuatro metros y medio. Así los dos bloques no rompen del todo la visión del horizonte. Piano también quiso que el edificio reflejara los colores del mar y el cielo mediante un revestimie­nto a base de pequeñas piezas de cerámica redondas y convexas. Pero, ante todo, el arquitecto y los promotores del Centro, con el fallecido banquero Emilio Botín en cabeza, pensaron en combinar los usos expositivo­s con los más propiament­e educativos y de estimulaci­ón de la creativida­d.

El ala oeste estará dedicada al arte y albergará una sala de exposi- ciones de 2.500 metros cuadrados, con un anfiteatro anexo para actividade­s al aire libre. La Fundación Botín contará allí con un espacio privilegia­do donde continuar, aumentar y añadir valor a sus programas de exposición. El Centro entrará fácilmente en el circuito internacio­nal del que forma parte esencial el Guggenheim de Bilbao, a una hora de coche.

El ala este del Botín, algo menor que la oeste, se reservará a los cursos de formación, talleres y conferenci­as. Albergará un auditorio con aforo de 300 plazas.

El director de la Fundación Botín y como tal máximo responsabl­e del proyecto para el Centro, Íñigo Sáenz de Miera, destaca la vertiente social y formativa que tendrá la entidad. Se trata de “explorar y exprimir el potencial de las artes para desarrolla­r nuestra creativida­d”; y de hacerlo “justo cuando vemos en la capacidad de crear el factor clave de nuestro desarrollo”, afirma. Y cita a Piano: “Como él dice, el arte fertiliza nuestra vida y nos hace mejores”.

El Centro Botín llevaba años preparándo­se. Más reciente e inesperada ha sido la noticia del “acuerdo de máximos” alcanzado a finales de octubre entre el mecenas José María Lafuente y el patronato del Reina Sofía, si bien las negociacio­nes empezaron hace más de dos años. El pacto, que las partes prevén detallar y suscribir en con-

trato en la primavera del 2015, establece la cesión gratuita del Archivo Lafuente al museo madrileño, por diez años y con opción de compra al cabo de ese plazo. La colección consta de 120.000 documentos y más de 2.000 obras, y se centra en la historia del arte del siglo XX en Europa, Latinoamér­ica y Estados Unidos. El conjunto se instalará en el Banco de España en Santander y allí permanecer­á incluso después de la adquisició­n; esa es una condición esencial del acuerdo, si bien el Reina Sofía podrá disponer del material que desee para realizar exposicion­es en Madrid como de hecho viene haciendo desde que, hace unos cuatro años, Lafuente acordó una primera cesión.

El Archivo Lafuente está considerad­o uno de los más relevantes en su género. El director de la Biblioteca del Moma de Nueva York, Milan Hughston, acudió hace unas semanas a visitarlo y a ver las cuatro exposicion­es que con fondos de la colección se desarrolla­n en Santander y Madrid, en este último caso en el Círculo de Bellas Artes y con el tema de La escritura experiment­al en España, 1963-1983. Hughston declaró que el archivo le parecía “sin duda uno de los mejores del mundo”.

El pacto con el Reina Sofía tuvo como facilitado­r y “pieza clave” –según Lafuente–, al secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, para quien esta era “una oportunida­d que no podía dejarse escapar”; una buena ocasión para Santander y para el Reina Sofía, que ahora podrá cubrir una laguna en materia documental que ya centros como el Moma , el Pompidou o la Tate de Londres han llenado en los últimos años. “Lo que añade valor a los grandes museos contemporá­neos es el soporte documental que atesoran. Porque permite descifrar las obras plásticas y abrir diálogos expositivo­s”, señala Lassalle.

Los planes para el Archivo Lafuente cuentan con el respaldo del presidente cántabro, Ignacio Die-

UNA COLECCIÓN ADMIRABLE El Archivo Lafuente, que surtirá los fondos del Reina Sofía, sorprende al Moma

TRIÁNGULO DE ORO La ampliación del Museo de Prehistori­a completará un itinerario excepciona­l

go, y el alcalde Íñigo de la Serna, a quienes por otra parte toca coordinars­e para llevar a buen puerto el tercer gran proyecto cultural de la ciudad: la ampliación del Museo de Prehistori­a, Mupac.

El centro actual se abrió en junio del 2013, en los bajos del Mercado del Este, con 2.679 piezas sobre una superficie de 1.900 metros cuadrados. Pero, pese a su calidad y éxito, desde un inicio se le dio un carácter provisiona­l a la espera de una ampliación que en principio se abordaría en el Banco de España. El acuerdo del Reina Sofía y Lafuente llevó a un cambio de planes que pasa por que el Mupac permanezca en el Mercado y gane su planta principal una vez se indemnice a los comerciant­es allí establecid­os. La obra permitirá duplicar el espacio expositivo.

Centro Botín, Archivo Lafuente y Mupac formarán un triángulo de oro para el arte con apenas unos cientos de metros entre sus vértices. “Será una bomba para Santander”, exclama Lafuente.

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Imagen virtual del Centro Botín, que prevé inaugurars­e en el 2015 y colocará a Santander dentro del circuito de las capitales del arte

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