SANTANDER Arte en primera división
El Centro Botín y la primera subsede del Reina Sofía ponen a la capital cántabra en el mapa internacional de la cultura
Santander está a punto de estallar, culturalmente hablando. Tres proyectos por todo lo alto convertirán la capital cántabra casi de golpe, a contracorriente de este tiempo de estrecheces, en punto de referencia ineludible dentro del panorama de los museos y del arte en Europa. Del arte más antiguo y del más moderno. Será una explosión en tres tiempos, el primero previsto el año que viene con la inauguración del Centro Botín en un rompedor edificio de Renzo Piano asomado a la bahía. Le seguirá la apertura de la que será la primera sede asociada del Reina Sofía, dotada con los ricos fondos documentales del Archivo Lafuente y a ubicar en la antigua sede local del Banco de España. El despliegue culminará con una generosa ampliación del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac) en el nuevo Mercado del Este.
El Botín será centro de exposiciones, escuela y punto de encuentro internacional de artistas, todo ello a lo grande. La construcción,
INVERSIÓN RÉCORD El Botín es la mayor inversión privada en cultura hasta hoy en España: 80 millones
de 6.500 m2 y ya en su fase final después de una vasta intervención en el entorno urbano, está formada por dos volúmenes asimétricos de proyección horizontal que, unidos por un conjunto de plazas y pasarelas de vidrio, flotarán sobre la tierra y el mar en el mejor emplazamiento posible de la bahía de Santander: con las vistas más privilegiadas, en pleno centro de la ciudad y junto a los jardines de Pereda. Toda la zona ha sido remodelada, y su espacio verde más que duplicado, dentro de una actuación urbana incluida en la inversión: la mayor de carácter privado en una infraestructura cultural en España –destaca la Fundación Botín–, con 80 millones de euros para las propias obras y entre 10 y 12 millones anuales como compromiso de gasto en exposiciones, formación y encuentros culturales.
El genovés Renzo Piano, autor del Shard de Londres y coautor del George Pompidou de París, se preocupó de elevar el inmueble para suspenderlo sobre el suelo con el sustento de sólo 8 columnas de cuatro metros y medio. Así los dos bloques no rompen del todo la visión del horizonte. Piano también quiso que el edificio reflejara los colores del mar y el cielo mediante un revestimiento a base de pequeñas piezas de cerámica redondas y convexas. Pero, ante todo, el arquitecto y los promotores del Centro, con el fallecido banquero Emilio Botín en cabeza, pensaron en combinar los usos expositivos con los más propiamente educativos y de estimulación de la creatividad.
El ala oeste estará dedicada al arte y albergará una sala de exposi- ciones de 2.500 metros cuadrados, con un anfiteatro anexo para actividades al aire libre. La Fundación Botín contará allí con un espacio privilegiado donde continuar, aumentar y añadir valor a sus programas de exposición. El Centro entrará fácilmente en el circuito internacional del que forma parte esencial el Guggenheim de Bilbao, a una hora de coche.
El ala este del Botín, algo menor que la oeste, se reservará a los cursos de formación, talleres y conferencias. Albergará un auditorio con aforo de 300 plazas.
El director de la Fundación Botín y como tal máximo responsable del proyecto para el Centro, Íñigo Sáenz de Miera, destaca la vertiente social y formativa que tendrá la entidad. Se trata de “explorar y exprimir el potencial de las artes para desarrollar nuestra creatividad”; y de hacerlo “justo cuando vemos en la capacidad de crear el factor clave de nuestro desarrollo”, afirma. Y cita a Piano: “Como él dice, el arte fertiliza nuestra vida y nos hace mejores”.
El Centro Botín llevaba años preparándose. Más reciente e inesperada ha sido la noticia del “acuerdo de máximos” alcanzado a finales de octubre entre el mecenas José María Lafuente y el patronato del Reina Sofía, si bien las negociaciones empezaron hace más de dos años. El pacto, que las partes prevén detallar y suscribir en con-
trato en la primavera del 2015, establece la cesión gratuita del Archivo Lafuente al museo madrileño, por diez años y con opción de compra al cabo de ese plazo. La colección consta de 120.000 documentos y más de 2.000 obras, y se centra en la historia del arte del siglo XX en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. El conjunto se instalará en el Banco de España en Santander y allí permanecerá incluso después de la adquisición; esa es una condición esencial del acuerdo, si bien el Reina Sofía podrá disponer del material que desee para realizar exposiciones en Madrid como de hecho viene haciendo desde que, hace unos cuatro años, Lafuente acordó una primera cesión.
El Archivo Lafuente está considerado uno de los más relevantes en su género. El director de la Biblioteca del Moma de Nueva York, Milan Hughston, acudió hace unas semanas a visitarlo y a ver las cuatro exposiciones que con fondos de la colección se desarrollan en Santander y Madrid, en este último caso en el Círculo de Bellas Artes y con el tema de La escritura experimental en España, 1963-1983. Hughston declaró que el archivo le parecía “sin duda uno de los mejores del mundo”.
El pacto con el Reina Sofía tuvo como facilitador y “pieza clave” –según Lafuente–, al secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, para quien esta era “una oportunidad que no podía dejarse escapar”; una buena ocasión para Santander y para el Reina Sofía, que ahora podrá cubrir una laguna en materia documental que ya centros como el Moma , el Pompidou o la Tate de Londres han llenado en los últimos años. “Lo que añade valor a los grandes museos contemporáneos es el soporte documental que atesoran. Porque permite descifrar las obras plásticas y abrir diálogos expositivos”, señala Lassalle.
Los planes para el Archivo Lafuente cuentan con el respaldo del presidente cántabro, Ignacio Die-
UNA COLECCIÓN ADMIRABLE El Archivo Lafuente, que surtirá los fondos del Reina Sofía, sorprende al Moma
TRIÁNGULO DE ORO La ampliación del Museo de Prehistoria completará un itinerario excepcional
go, y el alcalde Íñigo de la Serna, a quienes por otra parte toca coordinarse para llevar a buen puerto el tercer gran proyecto cultural de la ciudad: la ampliación del Museo de Prehistoria, Mupac.
El centro actual se abrió en junio del 2013, en los bajos del Mercado del Este, con 2.679 piezas sobre una superficie de 1.900 metros cuadrados. Pero, pese a su calidad y éxito, desde un inicio se le dio un carácter provisional a la espera de una ampliación que en principio se abordaría en el Banco de España. El acuerdo del Reina Sofía y Lafuente llevó a un cambio de planes que pasa por que el Mupac permanezca en el Mercado y gane su planta principal una vez se indemnice a los comerciantes allí establecidos. La obra permitirá duplicar el espacio expositivo.
Centro Botín, Archivo Lafuente y Mupac formarán un triángulo de oro para el arte con apenas unos cientos de metros entre sus vértices. “Será una bomba para Santander”, exclama Lafuente.