Anfac pide cambios legales para acelerar los ‘desahucios’ de coches
Los fabricantes ven necesarios los estímulos públicos a las compras un par de años más
La asociación de fabricantes de automóviles, Anfac, reclama cambios en la legislación española sobre financiación de bienes muebles para acelerar la recuperación de los coches impagados. Lo explicó ayer su presidente, José Luis López-Schümmer, como parte de un paquete de medidas para impulsar la recuperación del sector que expuso en unas jornadas en Iese. El objetivo de la propuesta es agilizar los procesos para que estos vehículos puedan ser rescatados en dos o tres meses, tal y como ocurre en otros países de nuestro entorno.
López-Schümmer reconoció que la propuesta puede ser “impopular” porque recuerda a los desahucios de viviendas y, por ello, insistió en que se trata de dos problemas muy distintos. A su juicio, la medida “facilitaría la financiación para adquirir coches”. Según explicó, la demora en estos procesos conlleva graves perjuicios para los vendedores por dos razones. Una, porque durante el tiempo que el comprador mantiene en vehículo en sus manos no suele cumplir con las labores necesarias de mantenimiento y cuando vuelve a ponerse en venta, su precio sufre una importante merma, que recae sobre los concesionarios. Y, la otra, porque los sobrecostes que conllevan estos retrasos hacen que las financieras suban los tipos de interés de sus préstamos. Aunque no dio datos sobre el alcance de la medida, el presidente de Anfac recordó que en los momentos más crudos de la crisis los impagos superaron en España el 10% del total de ventas, cuando en Alemania no llegan al 1%.
La agenda de actuaciones de Anfac para los próximos años pasa por mantener los estímulos públicos –los planes PIVE u otros similares– hasta que el mercado interno absorba 1,2 millones de vehículos año, una cifra que se alcanzará, según las previsiones de la entidad, entre el 2016 y el 2017. Para el 2014 se esperan 850.000. El objetivo es que a medio plazo se vendan 25 unidades por cada mil habitantes, un valor, según López-Schümmer, que correspondería al nivel de renta de los españoles. El actual está en 15. Lo- grarlo dependerá, a su entender, de que “se recupere la confianza en el mercado interno”. Y cuando sea una realidad, “ya no hará falta la respiración asistida del Estado porque el sector, que es muy competitivo, será capaz de ofrecer sus propios incentivos”.
El presidente de Anfac niega que el automóvil esté siendo subvencionado en España ya que, insistió, la Administración recupera más de lo que pone mediante la recaudación fiscal derivada del aumento de las ventas. Los fabricantes recuerdan que el parque es viejo. Más de la mitad de los vehículos tiene diez o más años, lo que puede suponer un serio riesgo para la seguridad.
Los planes de Anfac pasan por alcanzar la producción en Espa-
La previsión es producir 3 millones de vehículos en el 2016 o el 2017 y 3,5 o 4 millones al año entre el 2020 y el 2025
ña de 3 millones de vehículos en el 2016 o, a lo más tardar, en el 2017. El 2014 se espera cerrar con 2,4 millones y el 2015 con 2,6. El incremento de la demanda en los próximos años debe ser aprovechado por el país para mantenerse en el grupo de cabeza de los fabricantes, según López-Schümmer. Hoy es el noveno después de haber escalado tres puestos. Y si se desea mantener una cuota del 4% mundial, en el 2020 o el 2025 deberían salir de las fábricas españolas 3,5 o 4 millones de unidades al año. “Hay que ver qué tipos de productos y que nuevos mercados son los más adecuados”, afirmó el presidente de la entidad, que ve grandes oportunidades en África y Estados Unidos.