La Vanguardia

“¡Aprovecho bien mi tiempo! Voy a cambiar el mundo”

- VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET VÍCTOR-M. AMELA

No doy mi edad, me lo reservo. Nací en Fisterra, me largué a los 15 años a EE.UU., he vivido en Bruselas, Ginebra, China... Soy músico, actor, intérprete... y te enseño chino en ocho meses. Soltero y sin hijos. ¿Política? ¡Soluciones! No hablo de religión. ¡Aprovecha bien tu tiempo!

Aqué se dedica? A aprovechar el tiempo. ¡El enemigo de la vida no es la muerte!

¿Cuál es? ¡Es el desaprovec­hamiento! Desde niño, sentir que desaprovec­haba mi tiempo y mis capacidade­s me mataba... ¿Qué pasaba? A los cinco años yo podía reproducir al piano una melodía con oírla una sola vez, pero... nadie lo valoró ni lo incentivó.

¿No? Mi profesor de piano estaba más atento a detectar fallos que a valorar y estimular lo bueno, no supo apoyarme... ¡Tiene delito!

¿Le dolió? Muchísimo: si doy diez pudiendo dar 100, ¡pierdo 90! Este crimen sigue cometiéndo­se hoy con niños y jóvenes. ¡Cuánto talento desaprovec­hado, cuánto tiempo perdido!

¿Qué hizo usted? Aquí sentí que no podía hacer nada: a los 15 años me largué a Estados Unidos.

¿Tan joven, usted solo? Mi padre tenía un pariente allí, y aproveché. Descubrí que valoran el esfuerzo: tanto haces, tanto vales, ¡e hice de todo! Repartí pizzas, corté césped, jugué en un equipo de fútbol, toqué el piano en un cabaret, fui bailarín de swing, actué en un musical...

Qué hiperactiv­idad... Dos años después volví a sentirme desaprovec­hado. Elaboré una lista con todo lo que podía hacer: enseñar español, inglés, francés, guitarra y piano, y me imprimí tarjetas.

¿Y? Tenía 18 años, ¡y me sobraba trabajo! Pero al año volví a sentirme desaprovec­hado. No envié currículum­s, nadie los lee: hice algo que aconsejo hacer a todo parado.

Soy todo oídos. Busqué qué necesidad podría yo satisfacer. Y la localicé: me ofrecí como intérprete de los detenidos hispanos en la comisaría de policía. Me contrataro­n. Poco después, me reclutó el sheriff. Y después, el Tribunal Superior de Virginia...

Intérprete forense, ¡bravo! Y, luego, el Senado de Estados Unidos. Y a los veinte años trabajaba para el FBI.

¡El FBI! Parece una película... Viví escenas de película, sí, redadas de peces gordos latinos del narco...

¿Cómo es eso? Grabábamos sus conversaci­ones con un ce- bo (un agente microfonad­o), las escuchábam­os desde una furgoneta. Y si yo traducía algo que el fiscal juzgaba autoinculp­atorio... ¡saltaban agentes de todos los rincones!

¿Y volvió a sentirse desaprovec­hado? Traduje a Obama en su histórico discurso de victoria electoral para canales hispanos de televisión. Luego en la ONU en Ginebra, en Bruselas... Hasta que me aburrí.

¿Por qué? Me pagaban por no crear. Quise hacer algo más creativo... y me fui a China.

¿Para qué? Decidí estudiar chino mandarín, comprender su estructura... y desarrolla­r un método para aprenderlo con facilidad.

¿Qué método? Lo he llamado 8belts.com: te garantizo que con él aprendes chino en ocho meses.

¿En serio? Es el primer método en el mundo que lo consigue: me comprometo por contrato con el alumno a devolverle el dinero del curso si no aprende. Pregúntele a Eugeni Bregolat...

¿El embajador de España en China? Llevaba 25 años estudiando chino sin grandes resultados, y a sus 71 años estaba ya un poco desesperan­zado. “¡Podrás, Eugenio!”, le prometí. Y a los tres meses ya mantenía conversaci­ones en chino mandarín.

¿Y qué tal le va a usted ahora? ¡Ahora sí estoy aprovechan­do mi tiempo! Porque... con esto cambiaré el mundo.

Modesto no es usted... Piénselo: con mi método, ¡los idiomas dejan de ser barreras! Basta con 100 horas para lograr hablar el idioma que quieras.

¿Qué idiomas habla usted? Portugués de Brasil, chino mandarín, ruso, alemán, italiano, inglés, francés... y gallego.

¿Cuál es el secreto? Desde el primer minuto te damos las piezas del puzzle para que empieces a montarlo con sentido, viendo el dibujo entero..., media hora al día. ¡Aprovechan­do el tiempo!

Su obsesión. Optimizar tiempo y talentos, eso es. Por eso siempre digo que todo propósito debe acompañars­e de una acción o se queda en nada. ¡Una acción, al menos!

¿Tiene algún modelo al que admire? Bill Gates, porque, pudiendo, nunca ha dicho “me planto”, y ha seguido esforzándo­se. Y porque ha entendido que no hay éxito si no se comparte.

¿Algún consejo para el éxito? A lo largo de tu vida aparecen ocho o diez momentos “atrévete”: está atento. La vida te mira a la cara y te pregunta: “¿Te atreves?”. Di sí o no. ¡Por eso el éxito es muy democrátic­o!

¿Por qué? El que paga un precio mayor obtiene un premio mayor. Por eso de los triunfador­es no admiro su pedestal: ¡admiro su esfuerzo, con el que han logrado subir ahí!

 ?? JORDI ROVIRALTA ??
JORDI ROVIRALTA
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain