Las cuentas del 2015 ya se someten al vaivén de los pactos políticos
Oriol Junqueras dice que no apoyará otros presupuestos autonómicos y apuesta por una prórroga, Miquel Iceta se ofrece para negociar las cuentas del 2015 con condiciones, y el proyecto presupuestario que elabora la conselleria de Economia y que verá la luz en las próximas semanas ya fue ayer pas- to del vaivén de la inestabilidad de los pactos en el Parlament.
Si los socialistas dieron el miércoles muestras de buena sintonía con el Govern y retiraron dos enmiendas a la totalidad a proyectos de ley del Ejecutivo catalán, ayer el PSC reprochó a la federación nacionalista sus “coqueteos” en busca de apoyos para aprobar los presupuestos. La diputada Alícia Romero recordó al Govern que al PSC le gustan “las relaciones sólidas y serias”. Y a falta de concreción, el PSC pactó con ERC e ICV y rechazó las propuestas de CiU en una moción en la que se reclama, no sólo la recuperación de la paga extra de los funcionarios, si no el aumento de las partidas dedicadas a los servicios públicos, a la reactivación económica y el apo- yo a los desempleados. Asimismo, se aprobó por unanimidad que el Govern presente semestralmente en comisión la ejecución de las cuentas. Con la oposición del PP y de Ciutadans, se reclamó al Ejecutivo español todos los fondos pendientes de abonar a Catalunya.
Por otra parte, el Parlament aprobó, con la abstención de CiU, a instancias de Ciutadans, que en caso de que se deban prorrogar los presupuestos, los funcionarios recuperarán la paga extra y los interinos, la jornada completa y el sueldo. En cambio, los votos de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP sirvieron para frenar una propuesta del PP, que pretendía que los presupuestos del 2015 no se desvíen del objetivo de déficit cero impuesto por el ministerio de Hacienda.
El Parlament también acordó, con los votos en contra de populares y Ciutadans, presentar en el Congreso una proposición de reforma de la ley del poder judicial y la del estatuto orgánico del ministerio fiscal que pretende que se reconozca el catalán como requisito para jueces y fiscales en Catalunya. Y que las notificaciones judiciales en catalán tengan plena validez sin necesidad de traducirlas al castellano.