Adiós a los cables del Trabucador
Generalitat, Endesa y empresa sellan el fin de la línea
El anhelado pacto entre la salinera Infosa, con sus instalaciones en la Punta de la Banya, junto a la playa del Trabucador, y la compañía eléctrica Endesa, bajo el auspicio del Govern, es ya una realidad. Con la firma ayer del convenio las tres partes se comprometen a financiar el reivindicado proyecto (800.000 euros) para sumergir bajo la bahía dels Alfacs, en Sant Carles de la Ràpita (Montsià), la línea eléctrica aérea que sigue partiendo uno de los espacios naturales protegidos emblema del delta del Ebro.
La salinera se hará cargo de la mitad de la inversión, mientras que Endesa (30%) y Govern (20%) se repartirán el resto. De inmediato se pondrá en marcha toda la maquinaria administrativa para presentar el estudio de impacto ambiental y conseguir todos los permisos para llevar a cabo primero la canalización de la red, bajo el agua, para después poder desmantelar la línea.
El calendario hecho público establece que la obra se acabará en cuatros meses. Endesa espera que el proyecto de canalización reciba luz verde definitiva en primavera; en menos de un año la vieja línea pasará a la historia.
No se trata de una obra menor. Su trascendencia va mucho más allá de las necesidades de la sali- nera, con graves problemas de abastecimiento eléctrico por culpa de una deteriorada red eléctrica de 25.000 voltios, sostenida por 80 postes de madera y hormigón, sobre la arena de la barra del Trabucador, junto a la playa, en un istmo sometido a los temporales marítimos. La polémica línea, a escasos metros del mar, amenaza la seguridad de los bañistas y los practicantes de kitesurf.
No es menor su impacto sobre el entorno, en un enclave de especial valor ecológico, reclamo turístico, y sobre la enorme diversidad de especies de aves que hay en la zona. Junto al Trabucador, en la Punta de la Banya, cría una de las colonias de flamencos más importantes de Europa. El conseller de Agricultura, Josep M. Pelegrí, dijo ayer que “aportará una mejora sustancial de las condiciones de los espacios naturales y los hábitats de las aves protegidas en un espacio emblemático”.
Atrás quedan 12 años de arduas negociaciones entre Infosa y Endesa. La salinera es el único cliente de la línea de media tensión (7,9 kilómetros). El reparto del importe de la canalización entre las tres partes y su elevado coste hizo embarrancar la negociación hasta este año.