Música bajo la tormenta
Si una imagen vale más que mil palabras, un plano televisivo debe de valer más que una rueda de prensa, por lo menos una de Mariano Rajoy.
El plano de Soraya Sánchez de Santamaría respondiendo airada al senador Josep Lluís Cleries, un día antes de que Mariano Rajoy hablase como en su día habló la esfinge, condensaba en apenas segundos eso que los periodistas hemos dado en llamar choque de trenes. Porfiaba el senador catalán, de inequívoco acento vernáculo, con la vicepresidenta (en Nápoles a esta señora la llamarían piccola cannonata) acerca del referéndum o la consulta que nunca existieron, cuando tomó ella la palabra y tras reafirmar la doctrina popular concluyó tajante: “Muchas gracias y buenas tardes” abatiendo el flexo de su micrófono con expeditivo manotazo. No era que los trenes hubieran chocado, es que nunca circularon por la misma vía, por eso nunca se encontrarán. Ahí estaban las imágenes televisadas para corroborarlo. Que cada uno saque sus conclusiones, pues el conflicto se juega en el campo de la comunicación.
Había cerrado ya mi diaria noche televisiva contemplando el penúltimo y enconado debate sobre el asunto, cuando en un postrero zaping di con imágenes más seductoras en la madrugada de La Sexta. Una atractiva mujer de rubios cabellos y vestido rojo, de esos que no ciñen el cuerpo, sólo sugieren, entonando una melodía dulce, melancólica y sensual, con puntas de chiles caribeños. Sentado cerca de ella mirándola con arrobo, un hombre disfrutando la belleza de la vida. Ella era Leonor Watling, él, Javier Limón. Ella, cantante y actriz. El, productor musical, que es la profesión de los que fabrican sueños mezclando músicos, cantantes, generaciones, idiomas y culturas hasta conseguir una pócima para tomar a grandes dosis y sentir que la vida puede ser hermosa, incluso cuando en el cielo sólo corren las nubes de la tormenta política.
La pócima es Un lugar llamado mundo (la Sexta) y en el capítulo que me tomé la madrugada del lunes pasado Limón derramó generosas dosis de Zenet y de Pink Martíni, la banda de Portland que acompaña a la explosiva Storm Large. Imágenes de escenario, donde transcurre la acción principal del programa, imágenes de estudio de grabación, donde se elaboran las combinaciones de voces, músicas, instrumentos y estilos, retazos de entrevista, charletas y comentarios entre los convocados para un espléndido espectáculo televisivo.
Me acosté feliz.