La tentación del exceso
KIM KARDASHIAN
Su desnudo total incendió las redes en la noche del martes. Era el objetivo puesto que lo hizo para la edición impresa de la revista
Paper que sólo quiere “romper internet”. En respuesta, claro, recibió un alud de memes (entendiendo por meme la idea o símbolo que se transmite de forma explosiva a través de la red) criticando la decisión de la socialité de mostrarse al mundo tal cual es. Por delante, y por detrás. Eso sí, bañada en aceite y con un collar de perlas enmarcando su largo cuello. Pero al menos Kim Kardashian, una de las mujeres más deseadas del mundo, pudo demostrar de una vez por todas lo que muchos ponían en duda. El culo, su culo, es de verdad.
Ese enorme derrière que ha convertido en un fenómeno social es auténtico. Siguen diciendo
El martes encendió la red con la publicación de unas fotos en que se mostraba por delante... y por detrás
muchos que puede ser producto de la cirugía (auto implantes de su propia grasa) y de un esforzado trabajo en el gimnasio, pero lo que ha querido demostrar esta empresaria, modelo y actriz nacida en Los Ángeles en 1980 es que esas dimensiones fuera de lo común no responden a trampas de vestuario. Todo parece un enorme despropósito. Muchas se llevarían las manos a la cabeza si todos, hombres y mujeres, se fijaran únicamente en esa parte de su anatomía, pero a Kim Kardashian le parece perfecto. Es más, se siente orgullosa de ser la abanderada de lo que muchos han bautizado como culorexia.
De hecho la ahora esposa del rapero Kanye West vive sobre todo de eso. De dar que hablar de su anatomía y específicamente de sus mediáticas posaderas que han ido creciendo de forma desproporcionada respecto a su cuerpo (por todo lo demás es de constitución muy fina, “como de muñeca” ha dicho el fotógrafo que tomó sus imágenes más recientes) para doblar su tamaño desde que se dio a cono-
cer en el programa Keeping up with the Kardashians emitido por el canal E! Esa fue su auténtica presentación en sociedad. Un reality en el que aparece junto a sus hermanas, hermanastras, padre, madre y padrastro. Todos con sus respectivas y ácidas dosis de provocación, hasta el punto de que Kris Jenner, la madre de las Kardashian (Kim es la abanderada, pero su fama ha llegado en pack junto a sus hermanas Kourtney y Khloe) consiguió recientemente que su segundo marido Bruce Jenner aceptara la petición de divorcio para comenzar una cruda batalla por el reparto de los 225 millones de dólares que tienen en común. No fue una sorpresa, en absoluto. Por dos motivos, el primero es que la difícil relación de la pareja ha quedado continuadamente expuesta durante las siete temporadas de este reality familiar. El segundo porque también es un secreto a voces que Bruce Jenner, un conocidísimo presentador que en el 76 fue campeón olímpico de decatlón, ha ido transfor-mando poco a poco su físico para encauzar lo que muchos definen como un cambio de sexo. De hecho se ha sometido a múltiples operaciones estéticas para afinar su cara, eliminar la nuez y acabar con el vello corporal y recientemente, por su cumpleaños, apareció en las revistas del corazón mostrando el regalo que se hizo para la ocasión: sesión de manicura y maquillaje. De mujer, claro.
La sorpresa al final la ha protagonizado la madre de Kim Kardashian, quien también por su cumpleaños, el 59, presentó en sociedad a su novio Corey Gamble, de 33. Es curioso porque tie- ne un enorme parecido a su yerno, Kanye West, y también vive de la música ya que es el mánager de Justin Bieber. No hace falta decir que Kim Kardashian, que constantemente se pelea con sus hermanastras por la red, está encantada con la actitud de su progenitora. De ella ha heredado su faceta de provocadora y desinhibida . O, tal como la describen en el famoso reportaje de Paper, “narcisista, oportunista, desenfrenada y exageradamente capitalista. Actual, un cuerpo en el convergen las fuerzas de la fama y la opulencia”.
Lo que está claro es que es la viva imagen del éxito por el éxito. Su notoriedad aumentó al ritmo del volumen de sus posaderas a partir de enero de 2011 con el estreno de Kourtney and Kim take New York, que relata su paso junto a su hermana Kourtney de Los Ángeles a la ciudad de los rascacielos para abrir su tercera tienda de moda, D-A-S-H. Los números también le responden: en 2010 acumuló unos seis millones de euros en ganancias con el lanzamiento de sus fragancias y accesorios, su papel de estrella invitada en televisión (incluida The Oprah Winfrey show y Dancing with a star), o en el cine ( Disaster movie y Deep in the Valley). Y hasta con una autobiografía familiar editada en 2010: Kardashian Konfidential.
Hace lo posible para mantener su presencia mediática pero también su fuerza empresarial y toca todas las teclas que puede. De hecho es la productora del programa The spin crowd, ha hecho vídeos musicales ( Jam turn it up) y sigue siendo un reclamo en la noche neoyorquina. Y, ahora, además, es mamá. En 2012 televisó en la séptima temporada de Keeping up with the Kardashians su relación con el rapero. Con él pronto tuvo a su hija North (de 16 meses) con la que conjunta sus estrafalarios looks. Una forma más de llamar atención. Ella dice que sólo quiere demostrar su “ta-
El padrastro de Kim, campeón de decatlón en Montreal’76, ha iniciado el proceso para cambiar su sexo
lento”. Por eso dejó una advertencia en las redes cuando en la noche del martes incendió la red con esas imágenes suyas que incluían una sola foto vestida, la de la portada, con un largo vestido y balanceando una copa de champán sobre su retaguardia. “Y dicen que no tengo talento”, tuiteó, “intenten balancear una copa de champán en su trasero”.
Sucedía al tiempo que su hermana Khloe la liaba publicando en Instagram una foto de la tres hermanas con la leyenda “el único KKK que dejó entrar a hombres negros”. Se refería a que ella misma, Khloe, estuvo casada con el jugador de baloncesto Lamar Odom, y a que Kim ha salido también con varios afroamericanos, desde el cantante Ray J hasta el atleta Reggie Bush… Pero había ido demasiado lejos. Sus provocaciones se eliminaron a los pocos minutos, mientras que las fotos de Kim siguen aún hoy perturbando las redes.