Miniseries con historia
La casualidad ha querido que dos excelentes miniseries históricas hayan coincidido en el tiempo en su emisión en abierto, a pesar de haberse emitido ya en canales de pago. El miércoles pasado se estrenó Hatfield & McCoys (Discovery Max, 22.30 h) y hoy se emite el segundo episodio de Hijos del Tercer Reich (La 1, 22.30 h). Quizás la más conocida y renombrada sea Hatfield & McCoys, un western basado en una historia real sobre el enfrentamiento de dos familias a finales del siglo XIX. Contar con la presencia estelar de Kevin Costner (y de Bill Paxton y Tom Berenguer) y haber ganado cinco Emmy en el 2012 ya son dos buenos motivos para su visionado. Recomendada queda.
Más desapercibida, pero no menos interesante, ha sido la producción alemana Hijos del Tercer Reich –el título original es Unsere Mütter, unsere Väter (Nuestras madres, nuestros padres); qué manía con cambiar los títulos cuando no hace falta y además desvirtúan el espíritu original–. La producción, todo un fenómeno cuando se estrenó en Alemania, narra la historia de cinco jóvenes amigos de Berlín que tienen que separar sus vidas en 1941 por culpa de la guerra confiando en que se acabará pronto y podrán reencontrarse de nuevo. A través de ellos y sus trayectorias se plantean dilemas éticos y morales y se retrata a aquellos alemanes que se encontraron en medio de un conflicto bélico, y lo que es peor, bajo el nazismo.
La Segunda Guerra Mundial se ha explicado de mil maneras en cine y en televisión, pero siempre, o casi, desde la visión del bando ganador, en especial el norteamericano. Por eso, una serie vista con ojos alemanes se convierte en una herramienta complementaria y necesaria para entender qué sucedió aquellos años, a pesar de correr el riesgo, como pasó, de ser acusada de humanizar el nazismo.