“El currículum 101 lo envías a otro país”
El joven que en un célebre tuit alertó de la precariedad laboral en España narra en un libro su vida en Londres Sí, lo recomiendo. Es como madurar de golpe, es algo para lo
SISTEMA EDUCATIVO “Parece que salgamos en serie, como en una cadena de producción”
LA INTENCIÓN DEL LIBRO “Al final he querido dar un mensaje positivo y con humor”
LAS CRÍTICAS RECIBIDAS “Me decían: ‘Haber escogido otra carrera, que eso no es ni una carrera ni es nada’”
“Hola. Me llamo Benjamín Serra. Tengo dos carreras y un máster y limpio WC’s”. Estos 77 caracteres revolucionaron el 27 de septiembre del 2013 las redes sociales de todo el mundo. Se trataba del mensaje, entre alarma- do y asqueado, publicado en su cuenta de Twitter por un joven valenciano. Fue el grito de una generación. Ahora Benjamín Serra relata sus vivencias en el libro Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres, editado por Península. La Vanguardia envió ayer a entrevistarlo a cuatro de sus estudiantes en prácticas, la generación que viene: Laura Andrés, Marina Escobar, Alejandro Esteban y Judit Vela.
Limpiar váteres nunca había sido tan rentable, y Benjamín Serra puede dar fe de ello. El joven periodista y publicista se dio a conocer mundialmente reivindicando su precaria situación como trabajador en Londres. Benjamín Serra no buscaba trabajar solo para sobrevivir, sino trabajar de lo que le gustaba. Fue empleado en una cafetería para después alcanzar su realización profesional: trabajar en una agencia publicitaria. Ahora recoge su experiencia en el libro Sobradamente pre
parado para limpiar váteres. La mecha que encendió esta explosión mediática fue el tuit que lanzó el 27 de septiembre del año pasado.
Marina Escobar: ¿Qué sentía ese día para llegar a publicar el tuit?
Frustración. Fue cuando pensé que la gente tenía una visión equivocada. Lo que se ve en Facebook cuando subo una foto con el Big Ben detrás no es la realidad. Estoy allí porque en España no tengo trabajo y tengo que buscar trabajo en otro sitio.
Judit Vela: En el libro comenta que al empezar la carrera le aseguraban trabajo. Ahora es todo lo contrario...
Qué motivante, ¿no? La cuestión es que en el 2005 aún no había crisis. A mí me lo pintaron genial. Salió la TDT, decían que en unos años habría muchos canales, trabajo para todos...
M.E: Entonces la crisis empezó a mitad de su licenciatura...
Yo estaba en 4.º y como veía que las cosas no pintaban bien, decidí estudiar también Publicidad. En el plan de estudios de Periodismo había muchas asignaturas de Publicidad que me convalidaron. Desde los 15 años quería hacer Periodismo, pero tuve varias asignaturas de Publicidad y me empezó a gustar.
Laura Andrés: ¿Volvería a estudiar Periodismo o Publicidad si tuviera que empezar la carrera ahora?
Desde que salió el tuit mucha gente me decía: “Haber escogido otra carrera, que eso no es ni una carrera ni es nada”, “¿Tienes dos carreras y un máster y no trabajas? Pues qué carreras y máster debes de tener”. Me hace gracia que menosprecien carreras, que haya carreras de primera y de segunda. No habría pensado en estudiar otra. Pero si vas a una cafetería en Londres también hay fisioterapeutas camareros, abogados camareros, gente que ha estudiado ADE...
Alejandro Esteban: ¿Nos recomienda ir a trabajar al extranjero? ¿De lo que sea?
que no estás preparado. No por el hecho de que sea movilidad exterior vamos a verlo de forma bonita. Somos emigrantes, hay que llamarlo por su nombre. La experiencia es positiva. Aquel tuit fue el resultado de un cabreo de un día, no os desaniméis.
A.E.: Es fácil desanimarse después de leer su libro...
El libro está escrito con rabia porque me cabrea mucho la situación. Al final he querido dar un mensaje positivo y con humor. Ya que nos ha tocado vivir esta situación, vamos a reírnos.
J.V.: ¿Cree que nos quejamos poco los jóvenes en España?
Creo que nos quejamos bastante, aunque podríamos quejarnos mucho más, tal como están las cosas. Pero la queja no es suficiente, hay que pasar a la acción, en el sentido de tomar decisiones. Nosotros podemos quejarnos, pero tampoco tenemos el poder de cambiar las cosas de base.
J.V.: ¿El problema es que hay cada vez más titulados?
En el libro lo ejemplifico con un supermercado, en el que hay estanterías con productos que somos nosotros y los clientes nos cogen si quieren. Tú estás en la estantería esperando a que llegue alguien y te compre. He estado en una estantería un año esperando a que me compren y como no me compran, me exportan a otro país. Somos muchos y parece que salgamos en serie, como si fuera una cadena de producción.
M.E: ¿Qué diferencias encuentra entre el sistema educativo que hay en España y el de Reino Unido?
Mucha gente joven, sobre todo polacos y lituanos, se va al Reino Unido para estudiar allí la carrera. El Reino Unido va a invertir en ellos y luego va a aprovecharlos. En cambio el Estado ha invertido en mí con becas y luego no me ha sacado provecho. El mercado británico es distinto porque allí no siempre estudian aquello a lo que luego se dedican, sino lo que les interesa o les apasiona.
L.A.: ¿Considera que en este momento hace suya la frase “trabaja de lo que te gusta y será como si no trabajaras nunca”?
Sí, pero a medias. Al fin y al cabo, la pasión, lo que yo en el libro defino como “de lo tuyo”, es lo que te hace feliz. Es muy gratificante trabajar de lo que te gusta, pero la vida es complicada. Lo digo como si tuviera 60 años y tengo 26. Te das cuenta cuando vives situaciones para las que no estás preparado de que las palabras son muy bonitas, pero que la vida real es otra. Entonces no sé si la haría cien por cien mía, digamos que un sesenta o setenta por ciento.
A.E.: ¿Un último consejo que quiera dar a los estudiantes?
Al acabar la carrera, si no tenéis la suerte de empezar a trabajar en un mes, o en un año, tomaos un tiempo para pensar en cómo pueden venir las cosas. No desistáis si queréis trabajar en vuestra ciudad. Intentadlo, moveos, ni siquiera os van a decir que no, no os contestarán si no os quieren. Yo empecé a enviar currículums y pensé: “He enviado doce, de algún sitio me llamarán”. Luego subes a 20, 30... incluso 100. Y después de los 100 dices: “Igual el 101 lo envío a otro país”.