La orquesta que surgió del Sur
Aunque fue fundada hace casi una década, esta es la 7.ª temporada de la Orquestra Càmera Musicae (OCM), una formación privada cuyo titular, Tomàs Grau, viene apostando por músicos catalanes, combinando jóvenes talentos con veteranías, y abriendo la puerta a batutas invitadas. Es el caso de Salvador Mas, que hoy inaugura la temporada del conjunto en el Teatre Tarragona, con un programa que incluye las cuartas sinfonías de Beethoven y de Mendelssohn. Se repetirá maña- na en l’Hospitalet de l’Infant.
Será el primero de los ocho programas de producción propia que ha presentado la OCM y que contarán con invitados como la pianista Judith Jáuregui, el director Salvador Brotons, el concertino-violín Ole- guer Beltran, la viola de la Filarmónica de Berlín Joaquim Riquelme y el pianista y compositor Albert Guinovart. Además, concluirá la residencia artística del flautista Claudi Arimany (han sido tres temporadas), y se contará con la presencia de Jordi Mora como principal director invitado y del violinista vicense Joel Bardolet –que vive con un pie en Basilea– convertido en el nuevo concertino en sustitución de Giovanni Giri.
Uno de los secretos de la proyección de la OCM ha sido sin duda su ciclo de conciertos en el Palau de la Música, donde a partir de marzo actuará al menos cinco veces (tres en la sala grande). Con un presupuesto de 400.000 euros, del que la mitad son ingresos propios (la Generalitat aporta 62.000 y la Diputación está bajando de sus 12.000), la orquesta se ha lanzado a hacer una gira por Alemania y la República Checa en julio de 2015, con un programa de autoría catalana: Toldrà ( Vistes al mar), Serra ( Puigsoliu), Casals ( Sant Martí de Canigó), Montsalvatge ( Tres postals il·luminades) y tres obras de Guinovart.