Los economistas alertan de la pérdida de industria en Catalunya

Barcelona se sitúa como una de las principales receptoras de inversión

La situación económica de Catalunya es crítica desde el punto de vista de la industria, pero esperanzadora del lado de las potencialidades de la ciudad de Barcelona. Son las dos conclusiones que se pueden extraer de uno de los debates que tuvieron lugar ayer en el marco de la Jornada Anual del Col·legi d’Economistes, celebrada en Barcelona.

“En el 2000, Catalunya estaba entre las 30 regiones más industriales de Europa y 14 años después ha perdido peso sobre el conjunto de la economía, donde ha pasado del 30% al 18% en ese periodo” explicaba el catedrático de la UAB, Josep Oliver. El economista considera que una parte de la pérdida de peso de la industria en el conjunto de la economía es consecuencia de la crisis pero también precisó que el “proceso creciente de desindustrialización” comenzó ya en el año 2000. Así pues, mientras que en Catalunya entre los años 2000 y 2007 la ocupación en la industria cayó un 7%, en las regiones europeas más industrializadas subió un 3%. En el periodo de la crisis 2007-2013, en Catalunya se destruyeron un 30% de puestos en la industria mientras en Europa sólo se perdieron un 2%.

Oliver cree que la desindustrialización se debe a la crisis, la caída de la inversión y el aumento de los costes laborales, con la consiguiente pérdida de competitividad. En su opinión, la única forma de salir de la situación es con un “pacto social”. A su entender, serán necesarios 10 años de ajuste para volver a ser competitivos. Entre los ajustes necesarios, el economista cita explícitamente rebajas de costes salariales y au- mento de impuestos para algunas rentas para compensar el impacto en los ciudadanos.

El director del servicio de Estudios de la Cambra de Barcelona, Joan Ramon Rovira, se mostró mucho más optimista sobre todo en relación con las posibilidades de la ciudad de Barcelona, que está posicionada en los primeros puestos mundiales de atracción de inversiones (la décima), turis- mo, ciudad de congresos y de negocios. Oliver y Rovira coincidieron en que no es incompatible una ciudad puntera con una región metropolitana muy industrializada como Londres.