Pablo Iglesias asume el control de Podemos
El eurodiputado es elegido líder de su partido con el 88% de los votos
Pablo Iglesias se proclamó ayer secretario general y líder absoluto de Podemos en un acto con aires de revolución política pero al uso tradicional y en un ambiente inequívocamente de izquierda. El eurodiputado y doctor en Ciencias Políticas que a sus 36 años está convulsionando la vida pública española recibió el apoyo de 95.311 simpatizantes: casi el 90% de los más de 107.000 afiliados de la formación que, sobre un total de 250.000 inscritos, votaron telemáticamente durante la semana. Junto a él fueron elegidos y presentados en el escenario del teatro Nuevo Apolo de Madrid los 62 militantes de su confianza que, con apoyos cercanos al 80%, integrarán el Consejo Ciudadano o dirección de Podemos. Este órgano eligió después, a propuesta de Iglesias y en la que fue la primera manifestación de sus amplios poderes, a los 11 miembros del Consejo de Coordinación, verdadero núcleo duro del partido.
En el discurso que siguió a su proclamación, Iglesias empezó por admitir que “lo verdaderamente difícil”, tras unos inicios tan vertiginosos y complicados, “viene ahora y cuando ganemos las elecciones de diciembre del próximo año”, cuando su organización pretende tomar el poder para culminar un vuelco a la política española que incluye el fin del bipartidismo.
Podemos tiene ante sí el “desafío” de confeccionar un programa de Gobierno para España que afine las idealistas y polémicas propuestas lanzadas para las elecciones europeas, como el impago o renegociación de la deuda “ilegítima”, la renta básica, el adelanto de la edad de jubilación. Esa hoja de ruta “no puede ser el programa de un partido”, dijo el flamante líder, sino el que resulte de convocar “a los mejores” profesionales de la economía.
“Trabajar menos horas”, pero con empleos “de calidad”; ciudades más verdes; una decidida apuesta por la investigación; un plan que fomente las cooperati- vas y el autoempleo con ayudas públicas; y un cambio de modelo productivo “que nos saque de la dependencia del ladrillo y el turismo” y se base en el incremento de ingresos tributarios por parte de quienes más tienen fueron, entre otras, algunas de las ideas que esbozó para el programa.
“Quedan mucho por hacer”, insistió Iglesias, pero a continuación enfatizó: “No tenemos miedo”; quienes deben tenerlo son “los que no pagan impuestos”, señaló. E indicó que el temor no es lo único que “ha cambiado de bando” en España. “También la sonrisa”, dijo, para añadir un consejo a los suyos: “Cuando nos in-
RE A L I S M O AN T E E L RE T O “Lo difícil viene ahora y cuando ganemos las elecciones del 2015”
CO R R U P C I Ó N “Podemos es una escoba para barrer la sociedad de corruptos”
CO N S T I T U C I Ó N “Hay que abrir el candado del 78 con un proceso constituyente”
TE M O R E S Y AL E G R Í A S “El miedo está ahora en su bando; sonreíd porque vamos a ganar”
DE R E C H O A DE C I D I R “Manda narices que el PP invoque la ley para que la gente no vote”
sulten, sonreíd. Porque vamos a ganar”, afirmó entre gritos de “Sí se puede” y “A por ellos”.
El dirigente aseguró que Podemos “no es un experimento político” sino el fruto del “fracaso del régimen de los oligarcas y sus partidos”. Y “una respuesta a esos viejos de corazón que decían que no se podía. ¡Claro que podemos!”, exclamó. Podemos constituye además “una escoba para barrer la sociedad de corrupción” y derrotar a quienes van a cometer “el error estratégico de agitar el miedo y decir que viene el lobo”,
Iglesias defiende el derecho a decidir y ataca al PP por apelar a la legalidad “para no dejar a la gente votar”
aseguró. Y, frente a quienes pintan a Podemos como “el partido del cabreo”, remarcó que lo que de verdad enfada, amedrenta y hasta “aterroriza” es el aumento de la pobreza y la desigualdad, el cierre de hospitales y escuelas”.
En alusión a Catalunya, Iglesias arremetió contra el PP por “apelar a la legalidad para que la gente no vote”. “Será que ellos cumplen mucho la ley ¡Manda narices”, espetó. Luego matizó que PP y CiU son “partidos de la casta que se retroalimentan”. Y, a la vez que defendió el “derecho a decidir” y abogó por “abrir el candado del 78” mediante un proceso constituyente, dijo: “Estoy harto de la concepción de una España agresiva que diga la lengua que tienen que hablar o lo que tienen que sentir sus ciudadanos. España es un país de países, un país de naciones”.