Tras ‘Nueve semanas y media’
El cambio de Mickey Rourke también ha sido impactante, pero más lento. En los años ochenta se convirtió en un símbolo sexual gracias a la película Nueve semanas y media. Rourke no quiso perder poderío y se sometió a varias operaciones para mantenerse guapo y joven y reconstruir las heridas que le había dejado el boxeo. El resultado no fue satisfactorio, pero su carrera como actor continúa.