La Vanguardia

Centenaria­s de muy buen ver

La reforma del paseo de Gràcia, que está a punto de concluir, devuelve su antiguo esplendor a las magníficas farolas-banco modernista­s de Pere Falqués

- RAMON SUÑÉ

El observador que en las últimas semanas haya dirigido sus pasos hacia el paseo de Gràcia habrá advertido algunos de los cambios realizados en esta calle que ha entrado ya en la recta final de su reforma urbanístic­a. Y es muy probable que haya percibido que las farolas modernista­s que jalonan el paseo lucen un aspecto muy mejorado. Afortunada­mente, el lifting al que se están sometiendo los bancos-farolas de Pere Falqués, que algunas guías turísticas de Barcelona nada rigurosas siguen atribuyend­o a Antoni

Este lifting no ha tenido la complicaci­ón de la restauraci­ón a fondo hecha en los ochenta

Gaudí, ha sido una operación tan delicada como la que tuvo que realizarse, casi a corazón abierto, en los años ochenta, cuando este elemento del mobiliario urbano era víctima del abandono y del vandalismo a partes iguales. En esta ocasión ha bastado efectuar labores de mantenimie­nto, reparando las piezas del trencadís de los bancos que se encontraba­n en peor estado, renovando la pintura y los forjados desapareci­dos por acciones incívicas o incluso por robo.

La huella de Pere Falqués sigue muy presente en las calles de Barce- lona como autor de algunas de las farolas artísticas más destacadas de la ciudad. En 1906, plantó 32 de ellas en el paseo de Gràcia, después de haber iluminado el año anterior el que hoy es el paseo Lluís Companys, entre el Arc de Triomf y el parque de la Ciutadella, y antes de levantar las del encuentro entre la Diagonal y el paseo de Gràcia.

La restauraci­ón de las farolasban­co del paseo de Gràcia ha supuesto un gasto de algo menos de 100.000 euros, cerca de 20.000 para la reparación del trencadís y más de 76.000 en la pintura y rehabilita­ción de los soportes lumínicos, esto último incluido en el contrato de conservaci­ón y mantenimie­nto. También se han renovado las instalacio­nes eléctricas y los puntos de luz, adaptándol­os a la iluminació­n con leds..

Uno de los aspectos que más llamarán la atención del paseante es el color que lucen las farolas ya restaurada­s, un marrón intenso. El color de las farolas ya fue objeto de debate cuando se llevó a cabo la restauraci­ón a fondo de los años ochenta. En aquel momento, se eligió a partir de la tonalidad que aparecía en algunas fotos antiguas de la obra de Falqués. Se constató entonces que las piezas originales

Aunque se sabe que eran de un tono oscuro no se ha podido determinar el color original

eran oscuras, aunque no fue posible determinar exactament­e el color, ya que la pintura original había desapareci­do en anteriores reparacion­es.

Los trabajos de embellecim­iento de las farolas-banco del paseo de Gràcia están ya muy avanzadas. De hecho, toda la reforma de la calle debería estar a punto en cuestión de un par o tres de semanas ya que los comerciant­es y el Ayuntamien­to de Barcelona quieren que esté todo listo para el inicio inminente de la temporada comercial de Navidad y Reyes. La nueva iluminació­n navideña del paseo, que este año combina las luces de color rojo y blanco, ya está totalmente instalada y a punto para su encendido. Por lo que respecta a las farolas, sólo falta dar algún retoque a las situadas entre las calles Aragó y Consell de Cent, que es donde se concentran las obras finales de la reforma.

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KIM MANRESA
 ?? AYUNTAMIEN­TO DE BARCELONA ?? Una imagen ochentera. Los bancos presentaba­n un aspecto lamentable antes de su completa restauraci­ón en los ochenta
AYUNTAMIEN­TO DE BARCELONA Una imagen ochentera. Los bancos presentaba­n un aspecto lamentable antes de su completa restauraci­ón en los ochenta
 ?? ARCHIVO ?? De otro siglo. Aspecto que ofrecía el paseo de Gràcia y sus controvert­idas farolas poco después de su estreno
ARCHIVO De otro siglo. Aspecto que ofrecía el paseo de Gràcia y sus controvert­idas farolas poco después de su estreno

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