El catalán en la plegaria
Daniel Esteva y Alsina nació en Gironella (Berguedà) el 10 de julio de 1933. En el año 1958 entró en Poblet, donde profesó al año siguiente y recibió el nombre de Maur. Fue ordenado sacerdote en 1967. Tres años después fue elegido abad de Poblet.
Durante su abadiato (1970-1998) tuvo que completar la restauración material del monasterio y consolidar la comunidad monástica en los años poste-
Acabó la restauración del monasterio e introdujo el catalán en la reforma litúrgica
riores al Concilio Vaticano II, que él aplicó con decisión en la reforma litúrgica y en la introducción del catalán en la plegaria de los monjes.
Precisamente en el ambón que encargó al escultor Josep M. Subirachs para el presbiterio de la iglesia, hay gravada esta frase: “Proclamemos la palabra de Dios en nuestra lengua”.
De estos años se puede destacar su amistad con Josep Pla y con el presidente Josep Tarradellas, con quien acabó simbólicamente la recuperación material del monasterio con la restauración del cimborio de la iglesia. Gracias a esta amistad, el presidente legó su archivo personal al monasterio.
Colaboró igualmente en el gobierno de la orden del Cister al lado del abad general Policarp Zakar, al que sucedió como abad general en 1995. Durante su generalato, Maur Esteva visitó los monasterios empujado por una fraterna preocupación, velando para hacer redescubrir y valorar los elementos fundamentales de la identidad monástica: la regla de san Benito, la plegaria y la vida fraterna.
Convirtió la casa general de la orden en Roma en un espacio de encuentro y comunión para todos los monjes y monjas. Emprendió los cursos de formación monástica, que ahora ya son una institución. Al acabar su servicio como abad general en el 2010, regresó al monasterio de Poblet, donde murió el viernes tras una larga enfermedad. / Redacción