Del laboratorio al consejo
IGNACIO FAUS SANTASUSANA, CONSEJERO DELEGADO DE GENMEDICA
Ignacio Faus Santasusana (Barcelona, 1962), consejero delegado de Genmedica Therapeutics, dice que aplica el método científico a los grandes ámbitos de su vida prácticamente desde que tiene uso de razón. “En mi familia no hay tradición científica, es básicamente una familia de abogados, pero yo desde pequeño disfrutaba con los juegos de química y los experimentos”, explica.
Faus, doctor en Bioquímica, aterrizó en Genmedica Therapeutics hace poco menos de un año, cuando la empresa, enfocada a desarrollar nuevos tratamientos para la diabetes, se encontraba en una situación límite. En unos meses le ha dado la vuelta a su delicada posición económica, la ha capitalizado con inversores solventes y en breve dará el salto del Parc Científic de Barcelona a las instalaciones de I+D de Laboratorios Ferrer. “En un periodo de dos o tres años –asume–, igual que pasó con Palau Pharma, Genmedica acabará vendida e integrada en una compañía global que le permita seguir creciendo y yo empezaré un nuevo proyecto”, explica Ignacio Faus. “Me gustaría ser asesor para emprendedores del sector biotec o farmacéutico para darles el impulso necesario para que funcionen; podría ser aquí, en Catalunya, donde existe este tipo de perfil de empresas, pero no descarto volver a Estados Unidos”, argumenta Faus.
Será la enésima aventura profesional de este científico vocacional que hace ya años que colgó la bata blanca para lidiar con equipos de directivos, inversores y analistas. “Yo creo que mi carrera ha tenido un recorrido bastante lógico y he disfrutado de todas las etapas”, resume. Sus años de formación científica transcurrieron en Estados Unidos, donde se doctoró en la Universidad de Indiana, y donde se entregó a la investigación. Él describe esta etapa como “la de la ciencia
“En España hacen falta profesionales que sepan construir puentes entre el laboratorio y la empresa”
por la ciencia, la curiosidad por saber cómo funcionan los seres vivos”. Durante un periodo de cinco años, su labor de investigación le llevó de Estrasburgo a Madrid y posteriormente a Chicago.
Finalmente, se decidió a saltar al mundo empresarial y se estableció en Barcelona en 1993. “El ciclo natural de la carrera científica arranca por unos años de investigación pura y dura, pero llegó un momento en que sentí la necesidad de acercarme más a la realidad, a la elaboración de un producto que mejora la vida de muchos pacientes”, argumenta Faus. Su primera incursión en el mundo de la empresa, en Urquima, fue todavía de bata blanca, pero en 1999 ocupó su primer despacho como ejecutivo en Uriach. “Después de unos años, buscas un proyecto más personal y fundamos Palau Pharma como una spin off de Uriach”, prosigue. El proyecto duró siete años, hasta que Uriach vendió la división de I+D, un ciclo que Faus percibe como natural. Tras un breve paso como asesor en Ferrer, volvió a empezar con Genmedica, y cuando complete su ciclo, arrancará de nuevo. “En este sector en España faltan profesionales que sepan construir puentes entre el laboratorio y la empresa”, asegura.
Faus dice que aplica el método científico a todas las áreas de su vida. Gran montañero, necesitó varios intentos para culminar el Montblanc. “Planteo un objetivo, valoro los riesgos y luego actúo. Y no me importa abandonar en un momento para volver a empezar, forma parte de la vida”, resume. “Pero soy muy persistente; no me rindo fácilmente”. Casado con una ginecóloga americana y padre de dos hijos en edad universitaria, asegura que no descarta coger los bártulos en un par de años y buscar su nueva aventura lejos de casa. “Puede ser un buen momento para volver a EE.UU.”.