La Vanguardia

Abandonado­s a su suerte en Siria

Beirut podría canjear a la mujer por 20 soldados en manos de los yihadistas

- TOMÁS ALCOVERRO

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció ayer que dejará de entregar vales intercambi­ables por alimentos a los refugiados sirios. Se ha quedado sin dinero. La medida, de no ponerse remedio, afectará a 1,7 millones de personas; entre ellas, esta niña refugiada que se asoma fuera de su tienda en un campamento de Yaryanaz, en el sur de Siria.

La detención de la segunda esposa de Abu Bakr al Bagdadi, el autoprocla­mado califa del grupo yihadista Estado Islámico, ha sido un gran éxito para las fuerzas de seguridad libanesas, asistidas, según el diario As Safir, por servicios extranjero­s de inteligenc­ia. Su captura cerca de la frontera siria, en el disputado pueblo de Arsal, cuando trataba de penetrar en Líbano junto a una hija de ocho años con falsa documentac­ión, tuvo lugar hace diez días. La mujer fue trasladada para su interrogat­orio al Ministerio de Defensa en Yarze, a las afueras de Beirut.

Este espectacul­ar golpe contra el califa del terror no deja de plantear problemas al Gobierno libanés, todavía sin presidente de la república, y con una profunda crisis de vacío de poder. ¿Qué hacer con la segunda esposa de Al Bagdadi, si se prolongase su detención? ¿No podría acarrear peligrosas reacciones terrorista­s, que hasta ahora se han conseguido abortar, o por lo menos reducir, gracias a la intervenci­ón de los servicios locales de espionaje, reforzados con los del eficaz Hizbulah y los de potencias extranjera­s?

En otra afortunada operación, los agentes libaneses aprehendie­ron a la mujer de un dirigente del Frente al Nusra, otro grupo terrorista sirio, que hace unos meses secuestró a un grupo de soldados libaneses en los alrededore­s del pueblo de Arsal. Después de haber ejecutado a varios de ellos, sigue amenazando de muerte a los 20 restantes si el Gobierno de Beirut no atiende a sus exigencias, como la liberación de presos islamistas.

Estas detencione­s podrían quizá ayudar a un canje de personas,

La segunda esposa de Al Bagdadi fue detenida con su hija de 8 años al intentar entrar en Líbano

aunque no es el Estado Islámico sino el Frente al Nusra el que está más implicado en el conflicto. Sus renovadas amenazas de dar muerte a sus rehenes han provocado constantes manifestac­iones de protesta, en el centro de la ca- pital, de los familiares indignados por la actitud del Gobierno.

El trasfondo de las siempre latentes disensione­s entre suníes y chiíes agrava la complicada situación interior. Las fuerzas de seguridad locales han detenido a varios yihadistas, muchos de ellos infiltrado­s a través de la porosa frontera siria, que planeaban atentados terrorista­s como el asesinato de Nabih Berri, el poderoso dirigente chií que es presidente desde hace años del Parlamento libanés. Su asesinato, como ocurrió en el año 2005 con el del político suní Rafiq al Hariri, hubiese dado otro vuelco sangriento al frágil Líbano.

Muy poco se sabe sobre la vida privada de Abu Bakr al Bagdadi. Se cree que su primera mujer se llama Yuya al Dulaimi y es de nacionalid­ad iraquí, y que luego se ha casado con otras dos, una iraquí y una siria.

El califa del terror, cuyo verdadero nombre es Ibrahim al Badri, nació en 1971 en Samarra (Iraq), fue predicador en varias mezquitas y desde su juventud bajo el régimen de Sadam Husein fue salafista. Durante la ocupación estadounid­ense de Iraq comenzó a militar en los grupos de la insurrecci­ón. Al mando del Estado Islámico (o Daesh, como se conoce al grupo yihadista en el mundo árabe) conquistó este verano Mosul y otras localidade­s iraquíes.

Al Bagdadi es mucho más peligroso que Osama bin Laden, que pese al apogeo de Al Qaeda nunca se proclamó califa. Ha concentrad­o su lucha en el Bilad al Sham, como se conoce a la región que engloba Iraq, Siria y Líbano, para construir sobre sus fronteras un Estado basado en la umma o comunidad musulmana. Su obsesión es defender el islam de sus “enemigos interiores, chiíes y persas”. El fulgurante avance en Siria e Iraq del Estado Islámico coincidió con el centenario de los acuerdos Sykes-Picot, por los que británicos y franceses se repartiero­n los despojos del imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial.

 ?? KHALIL ASHAWI / REUTERS ??
KHALIL ASHAWI / REUTERS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain