Alfonso Alonso releva a Mato en Sanidad
El presidente juega sobre seguro y apuesta por un hombre de Santamaría
El portavoz del grupo popular en el Congreso, una apuesta segura de Rajoy
Apostar sobre seguro. Eso es lo que ha llevado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a nombrar, para sustituir a la dimitida Ana Mato en el Ministerio de Sanidad, a una persona de su total confianza. y también de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Alfonso Alonso, hasta ahora portavoz del Grupo Popular en el Congreso, será quien ocupe el puesto que dejó libre hace una semana la ya exministra de Sanidad, cuando se conoció que el juez Ruz la citaba en el au- to del caso Gürtel como partícipe a título lucrativo. Alonso será sustituído en el Congreso por el portavoz adjunto, José Antonio Bermúdez de Castro, o por el secretario general, Rafael Hernando.
En la elección, han pesado varias cosas. La primera de ellas, que queda un año de legislatura, y que aunque Rajoy había optado hasta ahora por promocionar a los números dos de los ministerios en los dos cambios que había hecho en su Gobierno, el de Miguel Arias Cañete en Agricultura, cuando se fue a Europa, y el de Alberto Ruiz-Gallardón, cuando este presentó la dimisión, dándo- le al Gobierno un carácter más tecnócrata, ahora ha hecho una apuesta eminentemente política.
Y eso que Alfonso Alonso ha aparecido hasta ahora, en todos los análisis que se han hecho sobre el Gobierno, como el principal apoyo de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, fuera del Ejecutivo. En el partido, la número dos de Rajoy no contaba con demasiados peones.
Pero a la vez, Alonso es un hombre de partido. Un dirigente del PP que, ha desempeñado cargos de relevancia desde que fue presidente del partido en Álava y alcalde de Vitoria en los momen- tos más difíciles del azote del terrorismo etarra.
Un hombre, pues, de la vicepresidenta del Gobierno, como se definió también el nombramiento del actual ministro de Justicia, Rafael Catalá, pero una persona que goza de la confianza de Rajoy, y no sólo por su pasado en el País Vasco. El jueves, al día siguiente de la dimisión de Mato, en el debate sobre corrupción celebrado en el Congreso, Alfonso Alonso hizo el debate más político, el que Rajoy, como presidente del Gobierno, se había autoprohibido. Un discurso que fue después muy elogiado por el propio presidente, que demostró su aprobación a Alonso con un abrazo cuando el portavoz popular regresaba a su escaño.
El presidente, además, ha querido nombrar para Sanidad, a una persona dialogante, que sabe dar la cara cuando hay que hacerlo, pero que sabe tender puentes. Eso en un momento en el que uno de los principales retos que tiene el ministro de Sanidad es recuperar la confianza de todo un sector, tanto el sanitario como el de servicios sociales, en especial la dependencia, claramente dañada bajo la dirección de Ana Mato en el ministerio. Tarea nada fácil cuando en la retina de la mayoría de los españoles aún pervive la mala gestión de la ya exministra en la primera y última crisis sanitaria que tuvo que afrontar, la del ébola.