Universidad y futuro
La comunidad universitaria ve necesario hacer cambios para no perder el impulso y mejorar la competitividad.
Los veinte estados miembro de la Agencia Espacial Europea (ESA) acordaron ayer construir un nuevo cohete Ariane que entrará en servicio a partir del 2020 para enfrentarse a la creciente competencia de lanzadores de EE.UU. La decisión se tomó en el Consejo de Ministros de la ESA, reunión que se celebra aproximadamente cada dos años y donde se define la estrategia espacial europea para los años siguientes.
El futuro Ariane 6 sustituirá al actual Ariane 5. Lanzado por primera vez en 1996, el cinco es un aparato fiable que lleva 62 lanzamientos con éxito consecutivos y que actualmente copa más del 50% del mercado mundial de lanzamiento de satélites. Pero es un cohete más costoso de construir y lanzar que los nuevos Falcon de la compañía estadounidense Space X. También China e India han perfeccio-
La competencia de los Falcon de EE.UU. fuerza a Europa a renovar sus cohetes
nado sus cohetes en los últimos años y amenazan con convertirse en competidores de los Ariane en un futuro a medio plazo.
Las crecientes amenazas a la hegemonía del Ariane 5 llevaron a la ESA a proponer a sus estados miembro la construcción de un nuevo cohete en el Consejo de Ministros celebrado hace dos años en Nápoles (Italia). Sin embargo, las diferencias entre Francia y Alemania –los dos contribuyentes principales de la ESA– impidieron sa- car adelante el proyecto. Las diferencias se debían a que Francia es quien más se beneficia de las inversiones en cohetes, mientras que Alemania se beneficia más de las inversiones en la Estación Espacial Internacional. Después de dos años de negociaciones, la situación se desencalló ayer en el Consejo de Ministros celebrado en Luxemburgo.
El acuerdo prevé una inversión de 4.300 millones de euros en el Ariane 6, de los que un 52% serán aportados por Francia y un 22% por Alemania. Como contrapartida, se aprobó una inversión de 800 millones de euros para la Estación Espacial Internacional para los próximos tres años.
Asimismo, se aprobó enviar un todoterreno a Marte en el 2018 para investigar si el planeta pudo albergar vida en el pasado. Esta misión, enmarcada en el proyecto ExoMars, será la continuación de otra que se lanzará en el 2016 y que ya estaba aprobada.
La ESA recuerda en su web que cada euro invertido en el sector espacial tiene un retorno de cinco euros en los países inversores. Aun así, el cohete Ariane 6 se desarro-
La Agencia Espacial Europea enviará un robot todoterreno a Marte en el 2018
llará a partir de componentes de cohetes anteriores para contener la inversión.
Se aprovechará el motor Vulcain de los Ariane 5 para el cilindro central del cohete. Los propulsores laterales serán versiones adaptadas de los cohetes Vega, lo que obligará a invertir en el desarrollo de estos pequeños cohetes impulsados por Italia –tercer contribuyente principal de la ESA–. Y para la etapa superior del cohete se aprovechará el motor Vinci que ya funciona con éxito en el Ariane 5.
Para adaptarse a las demandas del mercado, habrá dos versiones del Ariane 6. Una tendrá dos propulsores laterales y podrá situar en órbita satélites de hasta cinco toneladas. La otra tendrá cuatro propulsores para lanzamientos de hasta 10,5 toneladas.