Sin juicio, sin remordimientos
Israel cree que el buscado criminal nazi Alois Brunner murió hace cuatro años en Siria, que le cobijaba
Alois Brunner, uno de los criminales de guerra nazis más buscados, murió en Siria hace unos cuatro años, según Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal de Jerusalén, conocido como el último cazador de nazis. Declaró que Brunner, lugarteniente de Adolf Eichmann, cerebro de la solución final, parece haber fallecido en Damasco, donde vivía bajo protección del Gobierno sirio.
“Hemos obtenido informaciones fidedignas de un antiguo agente de los servicios de seguridad alemanes, por lo que decidimos retirar el nombre de Alois Brunner de la lista de criminales de guerra nazis”, dijo Zuroff.
Brunner, nacido en 1912, fue el brazo de derecho de Eichmann en la II Guerra Mundial. El lugarteniente fue responsable de la deportación de 128.500 judíos a los campos de exterminio. Al final de la guerra, huyó de Alemania hacia Egipto y llegó a Siria en 1954. Tomó el nombre falso de Georg Fischer. Alemania y otros países pidieron a las autoridades sirias su extradición en vano.
En Francia, Brunner fue jefe del campo de Drancy, en París, a partir de julio de 1943. Allí fue responsable de la deportación de 24.000 judíos franceses a Auschwitz. Según el centro Wiesenthal, estuvo involucrado directamente en la deportación de 47.000 judíos austriacos, 44.000 griegos y 14.000 eslovacos.
El Tribunal Permanente de las Fuerzas Armadas de París le condenó a muerte en 1954. Aún así, nunca se enfrentó con la justicia.
En 1985 fue entrevistado por teléfono por una revista alemana y, cuando el periodista le preguntó si se arrepentía de algo, el lugarteniente de Eichmann contestó que sí, que lamentaba no haber asesinado a más judíos. “Era un antisemita fanático y sádico, alguien totalmente implicado en las masacres en masa de judíos europeos”, dijo ayer Zuroff.
En Damasco, gracias a su identidad falsa, trabajó para el entonces presidente sirio Hafez al Asad, padre del actual, Bashar, en calidad de “experto en seguridad y lucha antiterrorista”.
Se cree que fueron varios los dirigentes nazis próximos a Adolf Hitler y a Eichmann que encontraron refugio en países árabes. Los servicios secretos israelíes del Mosad intentaron hallarle y asesinarle en varios momentos, sin éxito. Brunner perdió varios dedos y un ojo al recibir cartas bomba en Damasco, probablemente mandadas por el Mosad.
Zuroff lleva a cabo una guerra contrarreloj, ya que según sus cál- culos, sólo un 2% de los dirigentes nazis aún están vivos y sólo la mitad de ellos aún pueden ser llevados a juicio. El nazi más buscado en este momento es Gerhard Sommer, antiguo oficial de la división 16 de las SS, condenado en el 2005 a cadena perpetua por la masacre de 560 civiles italianos.
En octubre, el centro Wiesen-
Lugarteniente de Eichmann, Brunner sólo se arrepentía de no haber matado a más judíos
thal entregó a la justicia alemana una lista de 80 miembros, probablemente vivos, de los llamados Einsatzgruppen, los escuadrones de la muerte de Hitler. Estos comandos paramilitares son responsables del asesinato de más de un millón de judíos en la URSS, Polonia y toda Europa Oriental. Llegaban a las ciudades y pueblos, concentraban a la población judía, les obligaban a excavar una fosa común y les fusilaban.
Los 76 hombres y cuatro mujeres acusados de ser parte del los Einsatzgruppen nacieron todos entre 1920 y 1924, por lo que se cree que parte de ellos aún están vivos y podrían ser juzgados.