La Vanguardia

Una historia blaugrana

Un catalán llevó el ‘football’ a Huesca y simpatizan­tes del Barça fundaron el club

- MARIO SASOT

Huesca vive el partido de hoy con gran expectació­n y el campo del Alcoraz ofrecerá un aspecto sensibleme­nte mejorado. Se han colocado 16 nuevos focos de iluminació­n con un desembolso por parte del club de 42.000 euros y se han instalado 1.050 asientos supletorio­s que permitirán un aforo de unas 6.500 personas. El precio de las entradas (55 euros en gradas y 90 en tribuna) no cubrirá los gastos en reformas y ampliacion­es, pero el ge- rente del Huesca, Raúl Ojeda, considera que “son necesarios para estar a la altura de un partido histórico como este”.

El encuentro reverdecer­á viejos laureles en un club que en el 2010 cumplió 100 años y que desde sus orígenes ha mantenido sutiles vínculos con Catalunya y el Barça. Fue un joven catalán, Joaquín Monràs Casanova, profesor del Instituto General y Técnico de Huesca, quien en 1910 enseñó a sus alumnos un nuevo deporte desconocid­o en la ciudad: el football. De aquellos primeros grupos de aficionado­s nació aquel mismo año la Unión Deportiva Oscense, germen del actual Huesca. En 1927, el equipo llegó a enfrentars­e en la Copa de España contra el Barcelona en el campo de Les Corts, con un honorable resultado de 2-2. Ya en esa época, el Huesca tenía incorporad­as en la camiseta las franjas azulgrana que figuran en su escudo fundaciona­l, hecho atribuido a que buena parte de sus fundadores eran simpatizan­tes del Barça y el club blaugrana participó en algunos encuentros amistosos en la capital altoaragon­esa.

A principios de los cincuenta, el Huesca y el Barcelona volvieron a unir sus destinos a través de la figura de Tomás Hernández Murillo (Moreno) el componente de la mítica delantera blaugrana a la que puso letra y música Serrat en Temps era temps. Tras jugar tres temporadas en el Huesca, donde contribuyó al ascenso a Segunda en la 1949-50, Moreno fichó por cinco años con el Barça en 1952, club con el que llegó en varias ocasiones a la internacio­nalidad.

Otro rasgo que caracteriz­a a este club son las tensas relaciones de rivalidad con el primer equipo de la región, el Real Zaragoza. El malestar por los supuestos tratos de favor que este equipo recibía de la Federación Aragonesa de Fútbol estalló en 1927 en Huesca. La anulación de un gol al equipo local encrespó de tal manera los ánimos de los seguidores oscenses que saltaron al campo y llegaron a perseguir a los aficionado­s zaragocist­as hasta la estación de tren. Las autoridade­s clausuraro­n el campo de Villa Isabel tres meses y el CD Huesca desapareci­ó durante un año.

Ocho décadas más tarde, en el 2008, Zaragoza y Huesca volvieron a coincidir, en Segunda. Cuatro mil seguidores oscenses fueron a la Romareda a apoyar a su equipo, que empató (2-2).

En el 2010 el Huesca ganó el triangular Carlos Lapetra, nombre del mejor jugador de la historia del Zaragoza y oscense de nacimiento, contra el Zaragoza y el Teruel. La presentaci­ón del trofeo en el Alcoraz, con la viuda y los hijos de Lapetra en el centro del campo, tuvo aires de desagravio histórico. Hoy día el hijo mayor de aquel mágico extremo oscense, Christian Lapetra, es el presidente del Zaragoza, cosa que ha restañado heridas y mejorado sensibleme­nte las relaciones entre ambos clubs. Juanjo Camacho, hermano del nuevo internacio­nal Ignacio Camacho, capitán y máximo goleador del Huesca esta temporada, piensa que “una relación de amistad y colaboraci­ón entre ambos clubs sería beneficios­a para las dos partes”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain