La Vanguardia

Cazadores de trols

- Quim Monzó

La idea es simple y potente: un programa de televisión que se dedica a seguir y acumular datos sobre las actividade­s de los trols y, a partir del momento que identifica­n la personalid­ad real de uno, dedicarle un capítulo, si vale la pena. Sea El Chapulín Colorado o @lapatillad­evangogh. Por si a estas alturas aún hay alguien que no lo sepa, un trol –del noruego troll– es un individuo que se pasea por internet, por los diarios on line y por las redes sociales y se dedica a provocar a los demás, siempre con la intención de crear malestar y, si puede ser, problemas. Ante estos individuos, los expertos en ese submundo tienen una máxima: “Don’t feed the troll” (no alimentéis al trol; no deis alas al trol). La idea es que, si nadie les hace caso, los trols se dan cuenta de que sus esfuerzos son inútiles y dejan de tocar la pera al personal.

La actitud del programa de televisión es justo la contraria: no pasar de ellos sino ir a buscarlos. Lleva por título Trolljägar­na (cazador de trols) y se emite por TV3. No la TV3 catalana, evidenteme­nte, sino la sueca, que se creó en diciembre de 1987, más de cuatro años después de la que ahora tiene su sede en Sant Joan Despí. Ha llegado a

Ha llegado a convertirs­e en el tercer programa más visto de toda Suecia

convertirs­e en el tercer programa más visto de toda Suecia, ahora están grabando la segunda temporada (la primera empezaron a emitirla en abril) y en Noruega preparan ya un programa similar. El conductor de Trolljägar­na es el periodista Robert Aschberg, especializ­ado en políticos corruptos y acosadores sexuales. Explica el caso de una determinad­a persona que ha sufrido los insultos, o cualquier otro tipo de molestia, lee los mensajes y busca al trol. En la MIT Technology Review, la revista del Instituto de Tecnología de Massachuse­tts, un profesor de Derecho de la Universida­d de Estocolmo explica que en Suecia el control de datos personales es muy débil: “Nuestro Gobierno propaga públicamen­te un montón de informació­n que fuera de Suecia no sería fácil de obtener”. Se puede acceder a datos como direccione­s personales y números de carnet de identidad mucho más cómodament­e que en otros países. Eso hace que Trolljägar­na lo tenga bastante fácil. Desenmasca­ran a sexistas, racistas, resentidos, cretinos de todo tipo. En uno de los capítulos, Aschberg se sienta cara a cara con un hombre de treinta años, que se había pasado meses asediando a una adolescent­e nacida con una mano deformada: en Facebook y en Instagram le dejaba comentario­s insultante­s sobre su mano y le enviaba correos electrónic­os burlándose.

Y después están los trols seguidores de determinad­os artistas y políticos (algunos a sueldo, en este último caso) que se dedican a llenar de difamacion­es y mentiras no sólo las redes sociales sino también esos diarios digitales que siguen sin controlar los comentario­s que los trols cuelgan y que, al no hacerlo, demuestran en qué alto concepto tienen lo que siempre dicen defender más que nadie: el periodismo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain