La caída de la renta en Barcelona se atenúa, pero no la desigualdad
Las rentas medias de la ciudad representan ahora al 44% de las familias cuando en el 2007, al inicio de la crisis, eran el 58,6%
La renta familiar de Barcelona siguió cayendo en el 2013, un 0,8% de promedio, continuando la trayectoria descendente que inició en el 2009. Según este indicador teórico, que sirve para conocer la renta de que disponen los residentes en Barcelona, se establece un valor promedio de unos 18.800 euros per cápita, mil euros menos que lo que les correspondía al inicio de la crisis económica.
Sin embargo, este indicador parece que empezó a rectificar su trayectoria de decrecimiento en el 2013 (la reducción del 0,8% es la menor de toda la serie), lo que permite abrigar la esperanza de que en el presente año 2014 y en el 2015 pueda registrarse un repunte en positivo.
De ser así, estaríamos al final de una larga recesión en términos de renta familiar que ha dejado un paisaje social considerablemente distinto de aquel con el que empezó. En estos años, desde el 2007, cuando estalla la crisis bancaria americana, las rentas medias habrían pasado de representar a más de la mitad de las familias barcelonesas, un 58,6%, a quedar reducidas al 44,3% en el 2013. Entre tanto, las rentas bajas se habrían casi multiplicado por dos y habrían pasado del representar en el 2007 al 21,7% para convertirse en el 41,8% de los hogares, a apenas tres puntos del porcentaje de las rentas medias.
Por su parte, el comportamiento de las rentas altas apunta también a un deterioro de los grupos más bien remunerados de la ciudad con una disminución de casi 6 puntos entre el 2007, cuando se inicia la crisis y el 2013. Sin em- bargo, este grupo ha tenido en su interior un comportamiento significativamente distinto, porque mientras las rentas altas han decrecido radicalmente, las rentas muy altas se han mantenido inalterables en todo el ciclo de la crisis, con un 7,5% de las familias, e incluso en el último año ha repuntado hasta el 10,7%. En suma, Barcelona tampoco ha logrado escapar a los efectos globales de la llamada sociedad del 99 por ciento.
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, presentó el informe anual de la renta familiar disponible. Los datos territorializados de este informe revelan que la desigualdad entre los distritos y los barrios extremos de la ciudad siguió creciendo en el 2013. Así, el distrito más rico de la ciudad, el de Sarrià-Sant Gervasi, tiene una renta media que está 86 puntos por encima de la media de Barcelona y multiplica por tres la del distrito más pobre, Nou Barris. En términos absolutos cada miembro de la unidad familiar del distrito más rico, Sarrià-Sant Gervasi, disponía de una renta de 35.000 euros; en Nou Barris este indicador rebasa a duras penas los 10.000. La diferencia entre ambos extremos de la renta territorial ha vuelto a crecer entre el 2013 y el año anterior siguiendo la trayectoria divergente que ya arrancó en el 2007.
La lectura más positiva de estos mismos datos señala que de los diez distritos de la ciudad, siete han visto evolucionar positivamente sus índices respecto al año 2012 y entre ellos se encuentra el distrito de Ciutat Vella. Por el contrario, Sants-Montjuïc, Horta y Nou Barris han decrecido.
El primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, acompañó estos datos de un análisis de la política de gasto social del gobierno de la ciudad para constatar que el Ayuntamiento “gasta más allá donde se necesita” y, en este sentido, presentó un informe de las inversiones territorializadas para demostrar que donde se registran las rentas más altas el Ayuntamiento ha invertido menos. Así mientras en Sarrià se han invertido 621 euros por habitante, en Nou Barris se han invertido 969.
Por distritos el que ha acaparado un mayor inversión ha sido Ciutat Vella, con más de 2.000 euros por habitante, seguido de Sant Martí y Nou Barris. Globalmente, en este mandato, incluido el programa del 2015, se han invertido 1.712 millones.