De la ciudad al campo
Una nueva visión sobre el paisaje urbanístico catalán basada en la sensibilidad y lejos de caer en el simple análisis evolutivo. Esta es la premisa que prima dentro de la exposición Catalunya Ciutats, promovida por el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya y acogida en el Museu Marítim de Barcelona.
Premisa que describe, de un modo profundo, una evolución que data desde principios del noucentisme, en plena Mancomunitat de Catalunya. Se- gún el comisario de la exposición, Roger Subirà, en esa época primaba el ambiente urbano frente al rural: “Era todo un reto, querían que el mundo urbano y las oportunidades que éste ofrecía llegaran a todas partes”. Concepción que, tal como advierte el final del recorrido de la exposición, hoy en día está cambiando.
Subirà expone que las dos realidades urbanísticas han seguido líneas paralelas durante mucho tiempo, pero que la visión de futuro es la integración de ambas en un mismo lugar. Catalunya Ciutats, por tanto, pretende mostrar el regreso a lo rural, esa búsqueda de lo agrícola, pero de un modo integrador. Espacios que fusionen todos aquellos procesos que permiten tener un cierto nivel de bienestar a los ciudadanos –obtención de alimentos, de energía, etcétera– vertebrados por la que actualmente sería la zona intermedia o el suburbio de la ciudad. “Estos espacios intermedios son los que tienen la capacidad de fusionar ambos mundos, el rural y el urbano”, matiza Subirà.
La exposición se inaugura esta tarde con la presencia del conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, y finaliza con varios proyectos que ya intentan avanzar hacia este nuevo modelo integrador como el parque agrícola de Sabadell y la nueva plaza de las Glories.