Colas para autoinculparse en protesta por la querella contra Mas
El Govern acusa al PP de ser el “instigador” de la denuncia contra el president
“Si algunos piensan que presentando querellas y amedrentando pararán el proceso abierto en Catalunya, se equivocan de lleno”. El Govern de la Generalitat, según denunció ayer el conseller de la Presidència y portavoz, Francesc Homs, no tiene dudas de que hay “un instigador, que es el Gobierno de España”, de las querellas contra el president Artur Mas, la vicepresidenta Joana Ortega y la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, por el 9-N. Homs descartó que la acción judicial sea un “ataque personal” contra el presidente de la Generalitat, y la atribuyó, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, a la “reacción de desesperación”, a la “escasa cultura democrática del Gobierno del PP” y a su “visión miope sobre lo que pasa en Catalunya”.
El portavoz del Govern aseguró que, a falta de que se conozca el escrito judicial, que se tramitará a partir del 8 de enero, “sólo escuchando a los fiscales catalanes, hay pocos argumentos jurídicos, son políticos”. Homs denunció que “no hay antecedentes, en ningún país del entorno, de que se pongan querellas por poner las urnas” y aseguró que en la comunidad internacional “hay estupefacción” ante esta reacción del Gobierno central. “Aquí, a veces, puede haber gente que le puede parecer normal, escuchando algunas declaraciones de algún partido, pero esto es de todo menos normal”, dijo Homs, quien aseguró que el Govern de la Generalitat ha recibido “diversas muestras de apoyo” por parte, entre otros, de “embajadores, representantes de diferente signo o representantes de parlamentos” extranjeros, pero que han sido trasladadas “en privado”, porque “la diplomacia española está permanentemente irritada”. “En privado, la gente es muy contundente, causa estupor, y más cuando explicas la secuencia de todo”, detalló el portavoz.
Homs también agradeció, en nombre del Govern, iniciativas como la de la Assemblea Nacional Catalana, que ayer inició una campaña de autoinculpaciones por el 9-N, que secundaron varios centenares de personas.
Entre los acuerdos de la reunión de ayer, la Generalitat aprobó el decreto de prórroga de los presupuestos del 2014, una “decisión puramente administrativa”, explicó Homs, ya que el Ejecutivo catalán quiere aprobar unas cuentas nuevas en el Parlament a principios del año que viene, aunque de momento no tiene un socio para sacarlas adelante. Por eso, informó el portavoz, el próximo martes el Consell Executiu tomará “decisiones” para recuperar la paga extra que los funcionarios han dejado de percibir en los últimos años y para restablecer el horario y sueldo del personal interino. Homs puntualizó que son “los presupuestos los que garantizan al cien por cien” que se lleven adelante las partidas previstas, pero “es bueno activar alternativas, aunque tengan más incertidumbre desde el punto de vista jurídico”.
En el marco del proceso soberanista, la campaña de autoinculpaciones por el 9-N impulsada por la ANC tiene como objetivo, según la entidad, demostrar la solidaridad de los catalanes con Mas, Ortega y Rigau después de que el lunes el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya admitió a trámite las querellas, y lamentar “la falta de garantías democráticas del Estado”. La protesta se inició a mediodía, ante el palacio de justicia de Barcelona, sede del TSJC, y la cola de ciudadanos que querían autoinculparse dio la vuelta al edificio. Agentes de los Mossos d’Esquadra controlaron la entrada de los participantes, que lo hicieron de ocho en ocho, ya que la secretaría donde se registran los documentos cuenta con un reducido espacio.
Asistieron dirigentes de CiU y de ERC, entre ellos el secretario general de CDC, Josep Rull, y el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull. De los republicanos, el presidente, Oriol Junqueras –que tuvo que marcharse antes de entregar el impreso de autoinculpación–, la vicepresidenta del Parlament, Anna Simó, y la diputada Gemma Calvet.
Turull aseguró, en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlament, que CiU está “perpleja” ante la tramitación de las querellas. “Queremos pensar que la admisión a trámite es una cuestión de forma y que, cuando se entre en el fondo, se verá que en la Europa del XXI no tiene ningún tipo de sentido criminalizar por el hecho de poner unas urnas”, aseguró.
Centenares de personas secundan la campaña de autoinculpaciones que impulsa la ANC