La reina de la fiesta
Más allá de la colección nupcial, Pronovias también viste la noche y demás acontecimientos especiales
Los vestidos cortos, de aire más informal, se sofistican con detalles de encaje, pedrería y drapeados
Nunca se puede ser demasiado educado ni ir demasiado arreglado”. Es una de las muchas frases célebres que dejó el irónico e inmortal Oscar Wilde y que, en esta época del año, uno puede recordar para salir de su zona de confort y atreverse con una pieza especial, que atraiga todas las miradas. Y es que en fechas señaladas está permitido un mayor lujo y sofisticación en el vestir y, cuando se trata de estos menesteres, la casa líder en moda nupcial Pronovias es todo un referente. Su colección Fiesta presenta espectaculares diseños de prêt - à-por - ter pensados tanto para invitadas y madrinas de bodas como para las asistentes a las fiestas de postín que estos días salpican el calendario.
Una ocasión ideal para descubrir su recientemente inaugurada tienda insignia en la Rambla Catalunya, un espacio de ensueño proyectado por el interiorista Lázaro Rosa-Violán que dispone de 1000 m2 repartidos en dos plantas donde impresionantes vestidos de novia conviven con otros de fiesta. Una apertura otoñal que supuso el broche de oro al 50.º aniversario de Pronovias este 2014 y que ejemplifica el nuevo rumbo que toma la compañía española con la apuesta por invertir en ubicaciones excepcionales y en un renovado interiorismo cálido, romántico y elegante en blanco y oro que a partir de ahora será el sello de la firma.
Con cinco salones y 16 probadores, la experiencia Pronovias es, pues, un lujo no sólo reservado para las novias, sino para cualquier mujer que quiera sentirse irresistiblemente bella. Con el dominio del patronaje que supone vestir a las clientas más exigentes –las novias–, Pronovias presenta siluetas favore- cedoras y tejidos nobles que convierten cada vestido en una pieza especial.
Este invierno sorprende la abundancia de vestidos cortos, una prenda más informal y joven que desde la firma catalana enriquecen con detalles de encaje, pedrería y drapeados para dotarla de sofisticación. Por sus intrincadas aplicaciones, algunos son auténticos vestidos joya en tonos como verde esmeralda, rubí y verde agua que no necesitan más que unos buenos tacones para causar sensación. Otros diseños, más discretos, son ideales para acompañar de algún tocado o broche en pedrería para brillar en los próximos compromisos familiares. En largo, destaca la silueta sirena, pues es uno de los sellos de identidad de la firma en su voluntad de potenciar la belleza de la mujer. Marcando curvas pero sumamente elegantes por las líneas limpias y minimalistas de diseños como el rojo Nara, son vestidos que entran por la vista y por el tacto, gracias a estar confeccionados en tejidos lujosos como el mikado de seda, utilizado en la línea nupcial e introducido con éxito también en la de fiesta. Otras propuestas para un Fin de Año de altura son vestidos largos con caídas más fluidas en tonos empolvados y con detalles de aplicaciones de encaje o bordados de pedrería con los que sentirse, fácilmente, la reina de la fiesta.