Reconfortante
Reconforta que en estos tiempos de dominio de la mediocridad y especulación, este grupo de muy jóvenes músicos se propongan el reto de interpretar dos de las cumbres de la música de cámara, los Quintetos con piano de Schumann y de Brahms, en fa menor, obra magna. Y ello en el marco del ci- clo Residències, una serie de 9 conciertos en la Pedrera protagonizados por tres jóvenes solistas, que comenzó el 19 de octubre con el pianista Marc Heredia, y que en esta ocasión ha cerrado su serie acompañado del Quartet Gerhard. Seguirán cada tercer domingo del mes –a no perderlos– el clarinetista Víctor de la Rosa y el violoncelista Oscar Alabau. Una de las buenas ideas de la temporada musical de Barcelona. Espacio singular para la nueva generación, y de alto nivel.
Culminando su Residència, y de acuerdo al original esquema que plantea el ciclo, esta sesión de cámara sumó al Quartet Gerhard, un grupo en claro ascenso y por lo que se ve muy centrados en su trabajo, para un programa que nos permitió escuchar dos obras de gran exigencia, con la belleza como denominador común. Es cierto que hay que poner las cosas en su sitio y que estos trabajos necesitan tiempo, pero ya el hecho de afrontarlos y con actitud de modestia, de reconocer que se está en camino, es meritorio. El recital estuvo marcado por un gesto musical que habló del respeto que exige este repertorio, y si bien podemos hablar, simplemente mostrando opinión, de algún que otro detalle en cuanto a la gestión del tempo, a la necesaria profundidad de algunos pasajes del Schumann, o a la continuidad de la frase en el piano en Brahms, hay que subrayar momentos de delicado lirismo en la expresión, cuidado trabajo de planos en las alternancias, consistencia en la cuerda y un pianismo sutil.