La marcha de Senda ahonda el declive de Consell de Cent
La galería reabrirá a mediados del 2015 en la calle Trafalgar
Carlos Durán proyecta un espacio de producción permeable al tejido cultural de la ciudad
Tras la reciente marcha de galerías históricas como Carles Taché y Joan Prats, la calle Consell de Cent (y su área de influencia) pierde otro referente de la contemporaneidad artística de Barcelona. La galería Senda, que primero se asomaba a la calle desde un primer piso y en 1999 se mudó a su actual local, en la confluencia con rambla Catalunya, donde antes estuvo el espacio Gaudí, cerrará sus puertas el próximo día 31, para reaparecer, ya bien entrado el nuevo año y con un proyecto reformulado, en un local de la calle Trafalgar, “el lugar donde se une la Barcelona del Born y la del Eixample”, explica su director, Carlos Durán.
La marcha de Senda de Consell de Cent no está motivada por la subida de los alquileres derivada de la aplicación de la LAU, como ocurrió con Carles Taché y Joan Prats, sino en una voluntad de redefinición de concepto y de razón de ser, de buscar nuevas fórmulas de mediación y visibilidad pública.
“Después de veintitrés años de actividad, la mudanza nos brinda ese momento de paz, de silencio que necesitábamos para repensar el proyecto y reorganizar estrategias; madurar ideas que llevamos tiempo meditando. No tendría sentido abrir un nuevo espacio para seguir haciendo lo mismo”, dice Durán, que avanza que cambiará el nombre de Galeria Senda posiblemente por el de Producciones Senda, más acorde con el papel que quiere desarrollar en el futuro.
“Habrá un espacio expositivo, por supuesto, pero también desarrollaremos proyectos que se presentarán fuera de nuestra sede, como el que hicimos con Jordi Bernardó y Massimo Vitali sobre la Rambla en Arts Santa Mònica... El galerismo se encuentra en todo el mundo en un momento de reformulación, cada cuál ha de encontrar su camino, y nosotros estamos en ello. Pensamos en producciones que aporten valor y acompañen las carreras de los artistas, en explorar mucho más en serio la potencialidad que nos ofrecen las plataformas en las redes: hacemos diez ferias internacionales al año y eso nos ha dado una clientela muy deslocalizada para la que el espacio físico ya no es lo esencial”, apunta Durán. Para el director, otro de los rasgos que le gustaría imprimir a esa nueva Senda es su capacidad para implicar al tejido cultural de la ciudad y su permeabilidad a lo que sucede en el contexto.
En los últimos años, diversas galerías entre las que se encontraban Carles Taché, Joan Prats y Senda, han estado buscando de forma conjunta espacios en la periferia (de l’Hospitalet a Montjuïc, pasando por Fabra i Coats o Sant Andreu) que les permitiera liberarse del peso de unos alquileres desorbitados y, de paso, sumar oferta, y por tanto atractivo para el visitante. El proyecto no ha cuajado, de momento. Taché abrirá espacio en un antiguo local de la calle Mèxic. Joan Prats ha reanudado su proyecto en la calle Balmes. Y Senda apuesta por una zona que en su día fue epicentro de la industria textil y que hoy está viviendo un momento de gran revitalización con el establecimiento de estudios de artistas y la apertura de establecimientos singulares en torno a Sant Pere més Alt. “Es un oasis en pleno centro, un lugar todavía desconocido para mucha gente, pero donde hay una energía increíble”.