El Banco de España previene contra las subidas salariales generalizadas
El supervisor adelanta que la economía aumenta un 0,6% en el último trimestre
No debe haber alegrías para las nóminas de la mayoría de los trabajadores. Así lo entiende el Banco de España, que ayer previno contra una subida “generalizada” de los salarios que, en su opinión, puede acabar socavando el ansiado proceso de recuperación económica. En su último boletín, la entidad señala que la extensión de incrementos salariales a todos los sectores y empresas “supondría un paso atrás que podría interrumpir el proceso de recuperación de la competitividad de la economía española y dañar una de las bases fundamentales de su recuperación”. A finales de noviembre, el gobernador Luis María Linde ya abogaba por circunscribir los incrementos salariales a “algunas empresas de algunos sectores” que tengan beneficios.
Los analistas del Banco de España argumentan además que la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy “ha contribuido decisivamente a la adecuación de los costes laborales” al mercado de trabajo y la moderación salarial. A pesar de ello, se quejan de que aún no se ha producido un cambio “suficientemente significativo” en la negociación colectiva, hasta lograr “descentralizar” los acuerdos salariales.
En cuanto a la evolución de la economía, estiman que en este último trimestre aumenta un 0,6% con respecto a los tres meses anteriores, por lo que creen que el PIB crecerá en el 2014 un 1,4% –una décima más que en sus últimas previsiones–. Para el 2015, optan por mantener su proyección de crecimiento en el 2%, aunque revisan buena parte de los componentes que explican la evolución del PIB. El Banco de España señala un “previsible debilitamiento de nuestros mercados de exportación”, pero cree que “se verá compensado por la prolongación de la mejoría de las condiciones de financiación, la depreciación del tipo de cambio del euro y el nivel considerablemente más reducido de los precios del petróleo”. Es justamente la evolución del crudo, reconocen, el factor que introduce “un elevado grado de incertidumbre”. El petróleo y la bajada del precio de casi todos los componentes del IPC les lleva a revisar a la baja las previsiones de inflación tanto para este año (-0,4%) como para el 2015 (0,4%).
Según el boletín, la inversión en construcción comienza a mostrar signos positivos, mientras se produce “un cierto aumento” de nuevas operaciones de crédito. El supervisor destaca que, después de seis años de contracción, el peso del ladrillo en el PIB se ha reducido nada menos que a la mitad, si se compara con el 2006 –cuando se alcanzaron registros récord–. “El descenso de los precios de la vivienda podría haber tocado suelo”, señala el Banco de España con respecto al año que está a punto de concluir. Además, da cuenta de que se ha producido un ajuste acumulado del 36%, entre el pico del 2007 y el 2014.
En su análisis, el dinamismo de la demanda interna se consolida, al tiempo que la contribución del sector exterior sigue “siendo débil” y este año, por primera vez desde el 2007, podría contribuir negativamente al PIB. Para el próximo año, y con respecto a las previsiones de julio, rebajan la subida de la exportación de bienes y servicios de un 5,9% a un 4,6%, mientras que las importaciones pasan de crecer un 4,5% a un 5,6%. Por otro lado, consideran que el consumo de los hogares podría aumentar en el 2015 un 2,6% –frente al 1,6 de la anterior estimación–, impulsado por la creación de empleo, la mejora de las condiciones financieras y la reforma fiscal.
La flexibilidad y la moderación salarial, insisten, está contribuyendo a crear empleo, por lo que esperan que el 2014 se cierre con una subida del 0,8% (2013: -3,3%) y que este porcentaje se duplique en el 2015.