El Govern compra Boí-Taüll para salvar la estación de esquí
La gestión queda en manos, durante cinco años, de los antiguos amos
La Generalitat ha sumado una nueva estación en su “obligada” cartera de propiedades en el negocio de la nieve. El Govern anunció ayer la compra de las principales fincas e instalaciones de la estación de esquí Boí-Taüll (Alta Ribagorça). Un paso obligado por parte de la Generalitat, tal y como ya ocurrió en els Pallars Sobirà y el Ripollès, para salvar a ese complejo del cierre, pues sus propietarios (Promocions Turístiques de la Vall) arrastran una abultada deuda que les impide hacer frente al pago del crédito de 7,3 millones de euros solicitado al Institut Català de Finances (ICF).
La operación –una dación en pago– se ha hecho a través de una sociedad de Avançsa, órgano dependiente del Departament d’Empresa. La novedad con BoíTaüll, respecto a operaciones similares hechas con Port Ainé, Espot Esquí y Vallter 2000, es que la gestión de la estación de la Alta Ribagorça seguirá en manos de los que hasta ayer eran sus propietarios, entre los que destaca como mayor accionista el grupo inmobiliario Nozar.
El acuerdo fija que Promocions Turístiques de la Vall gestionará el complejo los próximos cinco años con opción a recomprar la estación pasado ese plazo. El Govern, que desembolsará un millón de euros en la compra de otros activos claves para el fun- cionamiento de las pistas, elaborará además un plan de negocio con una coinversión entre viejos y nuevos propietarios para modernizar la estación mientras du- re el contrato de arrendamiento.
Con la compra de Boí-Taüll el negocio de la nieve en Catalunya está más tutelado que nunca, ya que sólo Baqueira-Beret, Masella y Port del Comte sobreviven con capital privado. Ferrocarrils de la Generalitat es la gestora de las estaciones adquiridas por la Generalitat, que siempre ha sostenido que su intención no fue hacerse con la propiedad de esos complejos pero tuvo que hacerlo al no encontrar otra salida. De hecho, en Boí-Taüll el Govern ha esperado hasta el último momento para cerrar el acuerdo de compra. Antes intentó, con ayudas que suman 1,3 millones efectuadas este año, que los dueños del complejo superaran su crisis y pudiesen continuar.
Albert Alins, presidente del Consell Comarcal de la Alta Ribagorça y Joan Perelada, alcalde de la Vall de Boí, coinciden al calificar “como muy positiva” la noticia, pues garantiza 200 empleos y la actividad económica en la comarca.
Seis de las nueve estaciones de esquí alpinas en Catalunya están en manos de la Generalitat