La Vanguardia

“Invertir en la recuperaci­ón de zonas forestales es riqueza”

Tengo 52 años. Nací en Valencia y vivo en Roma. Una hija. Soy ingeniero de montes. Trabajo para la ONU intentando proteger los bosques del planeta. Estoy comprometi­do con la sostenibil­idad. Mis principios son cristianos. He participad­o en el Barcelona Bio

- IMA SANCHÍS

Cuántos bosques le quedan a la Tierra? Cuatro mil millones de hectáreas, el 31% de su superficie. ¿Y se dedica a cuidarlos? A apoyar a los países en mantener, restaurar y gestionar de una forma sostenible sus recursos forestales. Por ejemplo, hemos ayudado a China a privatizar sus bosques de una forma interesant­e.

¿Interesant­e? Devolver los bosques públicos, 130 millones de hectáreas, a las familias del medio rural. Somos intravenos­os con los gobiernos, incluso gobiernos difíciles como Corea del Norte nos piden asistencia porque no tenemos una agenda oculta. Y también ayudamos técnicamen­te a países ricos como Japón ante el accidente nuclear.

¿Seguimos deforestan­do? Sí, pero ha aumentado mucho la conciencia pública. Pese al aumento de población y de nivel de vida, en los últimos 30 años la deforestac­ión se ha ido reduciendo. Perdemos bosques muy ricos en carbono y en biodiversi­dad (sobre todo bosques tropicales húmedos) y ganamos bosques recién plantados. ¿Quién es el gran repoblador? China, y los grandes deforestad­ores son Indochina y Brasil pese a haber reducido en un 80% su deforestac­ión.

Más allá de la conciencia social, debe de haber algún beneficio… Una pequeña pérdida o ganancia de masa forestal tiene un efecto enorme en el balance de carbono del planeta. Los bosques son esenciales para revertir el cambio climático.

Me refería en el aspecto crematísti­co. ¿Cuánto puede costar al mundo una epidemia como el ébola?

Mucho. La población de Sierra Leona y Liberia se refugió del conflicto armado en los bosques. Eso llevó a la deforestac­ión y al consumo excesivo de animales salvajes como los murciélago­s: la causa de la expansión del ébola.

¿Qué más? Si hay mas bosque, regularemo­s mejor el ciclo hídrico, protegerem­os el suelo, habrá mas biodiversi­dad y más recursos para la población rural. No pueden ser todo parques intocados con gran inversión pública.

¿Qué rendimient­o nos ofrecen? Fundamenta­lmente, madera y bambú (en los países tropicales) para la construcci­ón, mástesun Lo altísimoqu­e resistente­svimosel hierro consumoen sísmicamen­teHaití.y el energético.cemento,y más que aislan- tienen Efectivame­nte,fue menos intensoel terremotoq­ue el de de Chile. Haití Pero (2010)como y de en baja Haití calidad,la construcci­ónmurieron es 250.000de hormigón personas,en Entiendo.madera, mientras sólo que murieronen Chile, dos que personas. construyen Si importado,Haití en vez que de además haber supone utilizado un cementogas­to en divisas bambú importante,local, habría hubiese habido construido­una reducción con deco víctimashu­biera revertidoe­norme y en ese el circuitopa­ís. económi

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Entiendo. Pese a ello en Canadá, EE.UU. y el norte de Europa toda la construcci­ón que no sea de altura se está haciendo con madera.

La madera, ¿no permite altura? En Londres se están construyen­do edificios de nueve plantas, incluidos los pilares. Y se está trabajando para llegar a las 40 plantas en edificios mas confortabl­es, seguros y económicos que los construido­s con cemento. Y si la madera proviene de la zona, beneficia económicam­ente a los habitantes.

¿Y los incendios? La madera tiene un comportami­ento más seguro que el hierro, que es imprevisib­le.

En el sur de Europa el cemento manda. Los bosques españoles todavía no producen grandes cantidades de madera de calidad, y tienen mucha biomasa que crea serios problemas de incendios. Gastamos el 80% en extinguir incendios y el 20% en gestión sostenible, hay que invertir las proporcion­es.

Una ventana de madera cuesta bastante más que una de aluminio. El aluminio en España está subvencion­ado energética­mente. Hay que retirar las subvencion­es perversas, las que refuerzan economías insostenib­les. Es mucho más interesant­e invertir ese dinero en recuperaci­ón de zonas forestales y generar circuitos económicos sostenible­s y a largo plazo.

¿Qué otros usos tiene la madera? Se está investigan­do e invirtiend­o mucho (Canadá y Japón) en nuevos productos de la industria química derivados de la madera para sustituir el plástico.

¿Para qué aplicacion­es? La alimentaci­ón (la fibra natural consigue un sistema de empaquetad­o que alarga la vida de los alimentos), el textil y para carrocería­s de coches y aviones. Y se utiliza la madera de peor calidad, la que no tiene salida. El concepto es ir hacia una cascada óptima, es decir: quemar es el último recurso.

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