UN VERSO SUELTO EN EL SENO DEL PP
Desde que Mariano Rajoy pronunció la frase de Romanones: “¡Joder qué tropa!” para referirse a los suyos, más especialmente a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, no ha vuelto a decirlo, pero seguro que sí a pensarlo, en especial sobre la expresidenta madrileña, de quien ha discrepado de forma notoria.
DEBATE IDEOLÓGICO
Aguirre ha intentado dar lecciones de principios e ideología a Rajoy antes y después de estar en el Gobierno. El líder del PP, a pesar de intentar evitar siempre los problemas, llegó en una ocasión a invitar a quien quisiera “a irse al partido liberal o conservador”.
POLÍTICA ANTITERRORISTA
Rajoy también se vio obligado a salir en defensa de su ministro del Interior, Jorge Fernández, cuando el ala dura del PP, y entre ellos Jaime Mayor Oreja y Esperanza Aguirre, criticó al Gobierno por la excarcelación del etarra Bolinaga en aplicación de una sentencia de Estrasburgo que creían que podía no aplicarse. Fue sólo un ejemplo de las críticas a la política antiterrorista, que consideran blanda.
MÁS CONTRA LA CORRUPCIÓN
Aguirre ha presumido ante el PP de ser la más implacable contra la corrupción, y se lo ha recordado a la dirección cada vez que ha podido. La última a María Dolores de Cospedal, cuando replicó a su frase de que “más no podemos hacer contra la corrupción”, al ser preguntada por los casos que afectaban a la dirección, con otra frase: “Se pueden tomar más medidas contra la corrupción”. Muy pronto tuvo que aplicarse el cuento: le saltó la operación Púnica.
A LA FUGA POR UNA MULTA
Aguirre protagonizó un episodio que puso en entredicho su capacidad para ser candidata. Se dio a la fuga cuando unos policías municipales le iban a multar por aparcar en carril bus, y estos tuvieron que perseguirla hasta su casa, al no atender el alto que le dieron.