Dilma Rousseff, a dieta
No puedo comer nada de lo que hay aquí!”, lamentó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el pasado lunes en su tradicional desayuno con periodistas en el palacio del Planalto, a la vista de la mesa preparada para la ocasión con cruasanes rellenos, pasteles y otras tentaciones. El motivo es que Rousseff tomará formalmente posesión de su cargo el próximo 1 de enero en Brasilia, y ella misma ha confesado que se ha propuesto llegar a la solemne cita con 13 kilos de menos. Para lograrlo, está llevando a cabo una dieta muy estricta basada prácticamente en zumo de sandía. Rousseff está preparando minuciosamente su imagen para la ceremonia, por lo que según la prensa brasileña el pasado fin de semana viajó a Porto Alegre para probarse el vestido que lucirá en su toma de posesión. La presidenta se tomará no obstante ahora unos días de descanso en Bahía, aprovechando las Navidades, pero dice estar muy dispuesta a no cometer excesos para cumplir su objetivo de reducir peso.