Las cuentas del 2015
La dirección del PP asume que Madrid airee su ‘agravio’ como estrategia electoral
Pese a la mayoritaria demanda de unas comunidades con el agua al cuello, Cristóbal Montoro cree que “no hay tiempo ni es el momento” de establecer un nuevo modelo de financiación.
El 2015 que en breve arranca será escenario de un duro e incierto ciclo electoral y, pese a la mayoritaria demanda de unas comunidades con el agua al cuello, Cristóbal Montoro cree que “no hay tiempo ni es el momento” de establecer un nuevo modelo de financiación autonómica. “Daría pie a conflictos y agravios entre comunidades”, justificó el ministro en la noche del martes tras exponer, como alternativa, los nuevos mecanismos de financiación que el Consejo de Ministros aprobará este viernes. El Gobierno no quiere agitar a las comunidades, y menos a las gobernadas por el PP, a las puertas de las elecciones de mayo. Y por eso puso encima de la mesa un fondo de facilidad financiera –durante tres años, 0% de interés y sin fiscalización de Hacienda– que busca compensar a las comunidades que, como Madrid, no se acogieron al fondo de liquidez autonómica y por tanto no se podrán beneficiar ahora de la condonación de intereses y los nuevos créditos al 0% en el 2015, como Catalunya. Otra cosa es el éxito de la medida como bálsamo electoral.
La Comunidad de Madrid que preside Ignacio González dio portazo a lo que considera “un subterfugio para beneficiar a las comunidades incumplidoras a costa de las cumplidoras”. Y lo hizo antes, durante y después del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Ese mismo martes, por la mañana, los consejeros de las comunidades del PP se reunieron en la sede de Génova con Javier Arenas, quien quedó convencido de que el único gran punto de fricción sería, precisamente, la Comunidad de Madrid. Su conseje- ro de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, llegó y salió luego de la reunión en el Ministerio de Hacienda criticando “el agravio y la diferencia de trato bestial” entre su territorio y, especialmente, Catalunya. Y el miércoles la tempestad no amainó: Ossorio cifró en 3.700 millones de euros el benefi- cio para Catalunya en los próximos tres años, frente a los apenas 100 millones para la Comunidad de Madrid. “Es un agravio, desde el punto de vista cuantitativo, bestial; pero es que también lo es desde el punto de vista de los motivos por los que se dan esos recursos”, clamó. Y es que, a su juicio, el criterio de Montoro ha sido beneficiar más a quien más deuda y déficit tiene. “Si el Estado tiene 8.000 millones que le sobran, lo que no es justo es que lo reparta por ese criterio”, lamentó. E insinuó: “A lo mejor quieren que sea así en el ministerio, les gusta que Catalunya reciba en estos tres años 3.700 millones y nosotros cien”. Un argumento electoral en toda regla para el PP de Madrid ante las elecciones de mayo. El presidente valenciano, Alberto Fabra, tocó en cambio las castañuelas con las medidas de Montoro: “¡Es una muy buena noticia!”.
Pero en Andalucía, la consejera María Jesús Montero se hizo eco de su presidenta, Susana Díaz, y clamó por un nuevo sistema de financiación: “El resto son medidas paliativas, parches que se ponen para intentar que no siga sangrando una herida tan importante como la que tenemos las comunidades, que no tenemos dinero para pagar servicios”. Un mero remiendo, vaya.
“Si al Estado le sobran 8.000 millones no es justo que lo reparta así”, clama el consejero madrileño