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El Kremlin cree que Occidente empuja a Kíev lejos de Rusia
Ucrania y los rebeldes prorrusos de la región del Donets intentan relanzar las conversaciones de paz en la capital de Bielorrusia, Minsk.
Cuatro meses después, Ucrania y los rebeldes prorrusos de la región del Donbass intentar relanzar las conversaciones de paz en la capital de Bielorrusia, Minsk. La nueva ronda de contactos, que se inició este 24 de diciembre, se produce justo después de que el Parlamento ucraniano aprobase abandonar el estatus de neutralidad y apostar por una futura integración en la OTAN. Si esto sucede será prácticamente imposible que Rusia vuelva a colaborar con la Alianza Atlántica.
En la última reunión del grupo de contacto, celebrada en septiembre, se acordó un alto el fuego y se marcó una hoja de ruta para alcanzar un acuerdo de paz entre Kíev y los separatistas. Pero ninguna de las partes lo respetó. De las 4.700 víctimas mortales que ha contabilizado la ONU desde que comenzó la guerra en abril, unas mil se han producido durante esta falsa tregua.
El grupo de contacto está formado por Ucrania, los rebeldes prorrusos y Rusia, con la supervisión de los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), de la que Ucrania y Rusia forman parte.
Esta nueva ronda, que durará hasta este viernes, se centra en la retirada de tropas y en el envío de ayuda humanitaria a una región donde la guerra afecta a 5,2 millones de personas.
Aunque no parece probable que la OTAN admita a Ucrania si no se resuelven sus conflictos territoriales, como indican sus normas de ampliación, el asunto es muy sensible para la clase dirigente rusa, que considera la extensión de la Alianza al Este una amenaza para su seguridad. En Moscú se cree que con la votación del martes en la Rada comienza de hecho el proceso de integración en la OTAN.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se refirió a esta ampliación la semana pasada, en su rueda de prensa anual. Dijo que era un “muro virtual” contra Rusia. “¿Acaso no nos decían después del muro de Berlín que la OTAN no iba a expandirse al Este? Pero la expansión comenzó inmediatamente”, aseguró.
La clase política rusa ha acusado a los países occidentales de haber empujado a Ucrania a abandonar su neutralidad, convirtiéndose en “un potencial adversario militar” de Rusia, según el primer ministro, Dimitri Medvédev. El viceministro de Defensa, Anatoli Antónov, señaló el miércoles que puede suponer una ruptura completa entre Rusia y la OTAN.
“La decisión del Parlamento de Ucrania no amenaza todavía la seguridad de Rusia, ya que es
La clase dirigente rusa lamenta que Ucrania pase de ser un aliado a un potencial enemigo
una decisión política. Pero si en el futuro adquiere significado militar, nosotros tendremos que actuar de forma equivalente. Se producirá entonces una ruptura total, que será prácticamente imposible restaurar”, advirtió.
Tras la anexión de Crimea por Rusia en marzo, la OTAN empezó a suspender en abril los trabajos de cooperación con Moscú, una relación que empezó en 1997.
En otro frente, el del gas, la compañía rusa Gazprom confirmó el miércoles que la ucraniana Naftogaz había transferido 1.650 millones de dólares para pagar los atrasos con Rusia. Un día antes, el ministro de Energía ruso, Alexánder Nóvak, amenazó con cortar el suministro si Ucrania no saldaba su millonaria deuda.