La policía mata a otro joven negro en un suburbio de San Luis
El adolescente iba armado y apuntó al agente que le requirió la documentación
La policía mató el martes por la noche a un joven negro de 18 años en una gasolinera de Berkeley, un suburbio cerca del aeropuerto de San Luis (Misuri). El muerto es Antonio Martin, de 18 años. Un agente le disparó durante un control rutinario de identidad. Asegura que Martin le apuntó primero con un arma.
Berkeley está a tres kilómetros de Ferguson, donde un policía mató en agosto a Michael Brown, también negro y de 18 años que, además, iba desarmado, un suceso que provocó la ira ciudadana, con manifestaciones diarias que se propagaron a varias ciudades.
El jefe de la policía local de Berkeley asegura que “aquí no gana nadie. Todos pierden.” El agente investigaba un hurto cuando aparcó a las 11.15 horas de la noche en una gasolinera. Martin estaba con un colega y cuando le fue requerida la documentación sacó una pistola. El agente desenfundó la suya y disparó antes. Fueron tres tiros. Sólo uno alcanzó al joven pero fue suficiente para matarlo. Su cuerpo permaneció dos horas en el asfalto hasta que la policía reconstruyó los he- chos. Las cámaras de seguridad de la gasolinera parecen confirmar la versión policial.
La noticia se propagó por las redes sociales y cerca de 300 activistas de Ferguson se presentaron en la gasolinera. Gritaron consignas contra la policía, que empleó bengalas para dispersarlos. Entre ellos estaba el reverendo Starsky Wilson, que dirige una comisión oficial para revisar lo sucedido en Ferguson. El gobernador Jay Nixon, acorralado por la opinión pública, intenta calmar a una población que no entiende por qué el agente blanco que mató a Michael Brown no ha sido procesado. Tampoco lo ha sido el policía blanco que en verano provocó la muerte de un ne- gro en Nueva York al que intentaba detener. Dos agentes blancos murieron acribillados el sábado en Brooklyn, en lo que parece una venganza.
Brown murió en una zona conflictiva de Ferguson, nada que ver con la gasolinera Mobil de Berkeley, situada en una amplia avenida, junto a un cruce con restaurantes y comercios.
El 81,8% de la población de Berkeley es negra, con rentas bajas, en torno a los 12.800 euros per cápita, cuando la media nacional es de 43.400. La cercanía del aeropuerto castiga el precio de la vivienda y el municipio no saca mucho partido de Boeing, que tiene la sede de su división militar.
Berkeley está a tres kilómetros de Ferguson, donde la policía mató a un joven negro en agosto
Los negros son el 13% de la población estadounidense y el 55% de las víctimas de homicidios con armas de fuego. Los blancos son el 65% de la población y el 25% de las víctimas.
Esta disparidad endémica alienta el desánimo y las protestas en los suburbios negros de San Luis y otras grandes ciudades, donde la gente cree que su vida no vale tanto como la de un blanco y las familias han de sobrevivir con la pobreza, el crimen y la protección de una policía que en muchas ocasiones parece poco profesional y democrática.