La Vanguardia

Robo de 12 décimos de un quinto premio

Fueron sustraídos de un furgón de reparto antes del sorteo

- ENRIQUE FIGUEREDO Barcelona

El único elemento tangible que tienen de su boleto premiado es una imagen escaneada y enviada por correo electrónic­o del 46984 desde su empresa matriz en Madrid. Los originales están por el momento desapareci­dos. Fueron supuestame­nte robados de la furgoneta de un repartidor mientras hacía su ruta de entregas el pasado 18 de diciembre. Alguien tiene a su alcance 12 décimos premiados cada uno de ellos con 6.000 euros que no podrá cobrar gracias a la copia digital que se hizo de cada uno de ellos antes de enviarlos como obsequio navideño.

El pasado día 18 se presentó en la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Vilafranca del Penedès un repartidor de mensajería para denunciar que le habían sustraído entre las 10.30 y las 11.30 horas cuatro paquetes de su furgoneta. Uno de los cuatro paquetes contenía 12 décimos de lotería. El valor de esos boletos aquel día era relativo, pues el sorteo no se había celebrado todavía. Esa denuncia dio pie a una investigac­ión por hurto. El repartidor relató que estaba llevando a cabo la ruta ordinaria por Vilafranca del Penedès y que los paquetes que echó en falta estaban en el interior de su vehículo de reparto.

Sin embargo, cuatro días después el caso iba a dar un giro tan rotundo como los que estaba dando el bombo situado tras los niños de San Ildefonso. En el núme- ro 46984, recayó un quinto premio. Doce décimos de ese número habían viajado hasta Vilafranca del Penedès desde Madrid. Una compañera de empresa los había enviado a sus colegas de Catalunya. Los destinatar­ios eras seis empleados de la compañía en Vilafranca y otros seis en Lleida, aunque el paquete total debía llegar inicialmen­te a la localidad del Penedès.

Así habían quedado estos compañeros de trabajo. Se harían lle- gar los boletos por mensajería. Pero para calmar un poco la impacienci­a, la remitente decidió escanear debidament­e los 12 boletos y remitirlos por correo electrónic­o. Por ello, actualment­e se dispone de todos los datos de cada uno de ellos, incluidas las series y las fracciones. Esa es por ahora la imagen virtual que los agraciados tienen de su título.

El azar ha dado un empujón al caso. Las segundas víctimas del robo –la primera fue el repartidor– descubrier­on con horror que el número que tenían almacenado en forma de imagen en su correo electrónic­o se correspond­ía con un quinto premio. Si el ladrón era muy rápido, podía hacerse con el dinero. Por ello, el mismo día del sorteo, una de las destinatar­ias que no recibió su número físicament­e se dirigió de inmediato a la comisaría. Allí, hizo una breve exposición de lo sucedido y aportó las copias escaneadas de los décimos. En la denuncia, se hizo petición expresa de que no se pudieran cobrar esos boletos que, por otro lado, eran perfectame­nte identifica­bles por las copias digitales que de su imagen se tenían. Al día siguiente, se hizo una ampliación de denuncia también en la comisaría de Mossos d’Esquadra de Lleida. La presentaro­n los seis agraciados de la capital del Segre que estaban en la misma situación que los de Vilafranca del Penedès. Son empleados de una compañía que se en-

Los destinatar­ios tienen copias escaneadas de los 12 boletos que les enviaron de Madrid

carga del mantenimie­nto de la línea de AVE Madrid-BarcelonaF­rontera francesa.

Las posibilida­des de que ahora alguien cobre los décimos es muy baja. En cualquier banco saltaría la alarma que indica que fueron robados. La buena noticia es que, aunque a medio plazo, los legítimos destinatar­ios y titulares de los boletos acabarán cobrando.

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