Naranja o limón, ésa es la cuestión
Aunque de natural menudo, Jorge Javier Vázquez es de los que se crecen ante las cámaras cuando toca tirar de épica tremendista. A medio camino entre el “A Dios pongo por testigo que nunca volveré a pasar hambre” de Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó y el igualmente famoso “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” de Winston Churchill en plena Guerra Mundial, su atrincheradísima arenga de la semana pasada en defensa del Sálvame no apto para todos los públicos fue de las que, con pueriles razones o sin ellas, marcan realmente época.
Tanto es así, que a los de La Fábrica de la Tele no se les ha podido ocurrir nada mejor para hacer frente a las gravísimas acusaciones que, vía expediente sancionador, ha lanzado contra ellos la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que dividir a partir de este mismo lunes el polémico programa en dos espacios absolutamente diferenciados en función de la respectiva franja de edad que en cada uno de los casos toca proteger. ¿No querían caldo? Pues aquí tienen de dos sabores: de naranja y de limón.
Cítricas (y críticas) consideraciones aparte, la verdad es que todavía está por ver si la salomónica decisión de reservar por un lado la acidez marca de la casa para el Sálvame Limón (el que se emitirá a calzón quitado entre las 16 y las 17 horas) y de dejar por el otro los contenidos más edulcorados del programa para el Sálvame Naranja (el “a prueba de niños” que irá desde las 17 a las 20 h) contentará a todas las partes en conflicto por igual. Lo que está claro es que la cosa, de puro ridí- cula, puede terminar propiciando situaciones realmente grotescas.
Por ejemplo: cuando Paz Padilla, Mila Ximénez, Raquel Bollo o la Esteban se vean obligadas a dejar una bronca a medias porque acaban de dar las cinco y podría haber Andreítas mirando, ¿dejarán de tirarse de los pelos y decirse de todo, o por el contrario lo que harán a partir de entonces será insultarse con metafóricos eufemismos? ¿Cómo explicarán llegado el caso sus apretones intestinales y/o genitales famosetes como Amador Mohedano u Olvido Hormigos? ¿Volverá a tener cabida en el programa Aída Nízar si se presenta disfrazada de Pokémon? ¿Le buscarán nueva sección a Leticia Sabater como colaboradora experta en animación in-funk-til? Naranja o limón, no dejen que los niños se acerquen a tan esperpéntica función.