El panadero fiel
Esta semana nos dejó Xavier Vilamala i Vilà, a los 79 años, maestro artesano del pan, que fue presidente durante treinta y cuatro años del Gremi de Flequers de Barcelona. Propietario de un horno casi centenario donde se elabora pan de calidad en la calle dels Agullers, fue un decidido defensor del pan hecho a conciencia, con materias primas de calidad y métodos tradicionales.
Fue él quien, como presidente de su gremio, se entrevistó con el anterior presidente de la Generalitat para entregarle un informe sobre la preocupación en el sector a fin de conseguir que se detuviera la venta incontrolada de pan en establecimientos de todo tipo, la defensa de la seguridad alimentaria de los consumidores en las expendurías de pan, la protección del panadero del intrusismo desleal, el soporte de la Administración al horno tradicional y artesano, el estímulo del consumo del pan artesano, el apoyo al oficio de panadero, el estudio de medidas para asegurar el relevo profesional y la creación de un plan para mejorar la capacidad financiera, tecnológica y de formación del sector en Catalunya. Gracias a sus esfuerzos, la Administración catalana tomó conciencia del problema y se comprometió a pro- mocionar el pan artesano y a establecer mayor control en los puntos de venta.
Vilamala era un hombre muy respetado en el oficio, por su honestidad personal y profesional. Creció en una familia de panaderos y se casó con Margarida Cosialls, que como él era hija y nieta de elaboradores de pan, a quien conoció frecuentando la Joventut del Gremi de Flequers. Fue pionero en la recuperación de harinas y en la elaboración de panes novedosos. Y defendió siempre su oficio tanto en la presidencia del Gremio de Flequers como desde la vicepresidencia de la Confederació del Comerç de Catalunya. Hace un par de años declaró en este diario: “Ahora, lo que de verdad le interesa a la gente, lo que busca, más que una variedad u otra, es poder recuperar procesos antiguos para reencontrarse con el sabor del pan”.
Vilamala había sido condecorado por la Generalitat con la medalla Francesc Macià.