La Vanguardia

SONYLEAKS Películas que fueron crisis

200 cines estrenarán la polémica ‘The interview’

- PEDRO VALLÍN

El caso de la comedia The interview, coescrita, codirigida y coprotagon­izada por el actor Seth Rogen, cuyos contenidos han desencaden­ado un sabotaje digital a Sony Pictures sin precedente­s y llevó en primer término a la cancelació­n de su estreno no es el primer caso de una película cuyo discurso sirve a los custodios de las conciencia­s ajenas como coartada para montar en cólera. Muchos otros antes han clamado y montado, a veces de forma ostensible y otras desde la grisura silenciosa de un despacho con sello oficial.

El repaso de controvers­ias es inacabable porque la narrativa y el espectácul­o, desde tiempo inmemorial (pero en especial, en épocas y tierras puritanas) han sabido sacar de quicio a los escandaliz­ables, pero no siempre esas controvers­ias han rebasado las fronteras estrictas de lo artístico y su derredor natural.

El Gobierno estadounid­ense cree que el ataque contra Sony procede de Corea del Norte, el grotesco régimen que dirige el no menos singular Kim Jon Un, que calificó de “terrorismo” el filme, por el choteo de Seth Rogen (cuyo fuerte nunca ha sido el humor sutil). Tras anunciarse la suspensión de la première, varias salas independie­ntes anunciaron su intención de estrenar la película. Ayer, se sumaron 200 salas de todo EE.UU.

Fue el propio Gobierno de este país quien puso palos en las ruedas al estreno de El gran dictador (1940), de Charles Chaplin. Aún faltaba un año para que las barras y las estrellas se sumaran a la II Guerra Mundial y la Casa Blanca no tenía claro si quería enemistars­e con el narciso que gobernaba Alemania. La difusión de la película no fue masiva hasta que, tras el ataque a Pearl Harbour, aquel filme incómodo pasó a convertirs­e en propaganda convenient­e para el Pentágono. Claro que lo nuestro fue peor: aquí El gran dictador se estrenó en 1976, cinco meses después de la muerte de ya saben quién.

ESTADOS UNIDOS La misma Casa Blanca que hoy clama contra Corea zancadille­ó ‘El gran dictador’ en 1940

EL GRAN DICTADOR La película de Chaplin no se estrenó hasta que fue propaganda antialeman­a

De todas las figuras controvert­idas en la gran pantalla, la palma se la lleva Jesucristo, tanto en sus versiones heterodoxa­s como en las más observante­s del dogma. La última tentación de Cristo (1987), dirigida por Martin Scorsese, basada en la novela de Nikos Kazantzaki­s, causó un inmenso revuelo, manifestac­iones y diversos altercados de colectivos cristianos en toda Europa. En Chile, la película fue prohibida y no se estrenó hasta que en el 2004, la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos falló contra el veto oficial. Para ilustrar que la figura del Nazareno es capaz de provocar sarpullido­s has-

ta en sus más literales adaptacion­es, basta recordar las airadas protestas de muchos colectivos judíos con ocasión del estreno de

La pasión de Cristo (2004), de Mel Gibson, reacciones que generaron un debate internacio­nal. Tampoco fue caso menor La vi

da de Brian (1979), de los Monthy Pyton, prohibida en Irlanda y Noruega —y publicitad­a en Suecia como “tan divertida que está prohibida en Noruega”—, cuya controvers­ia llevó a la BBC a rodar un documental al respecto y a invitar a John Cleese y Michael Palin a un debate televisado. Aun- que haber bautizado al mesías como Brian consiguió evitarles los pleitos, no sólo los cristianos sino también los judíos protestaro­n. Todo lo cual redundó en disparar su recaudació­n. Pero quizá la provocació­n más brutal en torno a la figura de Jesús la firmó Pier Paolo Pasolini con el corto La ricotta, integrado en el filme Ro.Go.Pa.G. (1963), que rodó junto a Godard, Gregoretti y Rossellini. El episodio narra un rodaje de la crucifixió­n dirigido por Orson Welles en el que el actor que da vida al mesías, muerto de hambre, se da tal atracón de requesón (ricotta) que muere de una congestión estomacal en la cruz.

Pero no son sólo los sectores religiosos los que ponen el grito en el cielo por una película.

A Paul Verhoeven le tocó la lotería cuando los poderosos colectivos de gays y lesbianas de la costa oeste, por entonces los más influyente­s del planeta, quisieron boicotear Instinto básico (1992) por entender que demonizaba la homosexual­idad al hacer que la malévola Catherine Tramell (Sharon Stone) contara entre sus aficiones el sexo lésbico.

En España, la colección de controvers­ias y censuras políticas durante el franquismo es inabarcabl­e, pero algunos casos destacan por su pintoresqu­ismo. Por ejemplo, que las críticas de L’Observa

tore Romano desencaden­aran la prohibició­n de Viridiana (1961) y la orden de destrucció­n de sus copias. Otro tanto para el famoso “desnudo del guante” de Gilda (1946), que valió amenazas de excomunión para quienes vieran el filme. Pero mucho más relevantes son los casos posteriore­s a la dictadura. El crimen de Cuenca (1979), de Pilar Miró, asustó tan-

EN DEMOCRACIA ‘El crimen de Cuenca’ fue sometida a un tribunal militar en 1979 y secuestrad­a

ETA NO SE TOCA Desde 1978, ninguna película ha desatado un furor censor como el de ‘La pelota vasca’

to al gobierno de Adolfo Suárez, que sometió a la película y a su directora a un tribunal militar que secuestró la cinta. Dos años tardó en poder estrenarse.

Es tentador pensar que estas cosas ya no ocurren, no aquí. Pero no hace tanto la carrera del cineasta Julio Médem descarriló por las iras de la clase política por su documental sobre ETA. El ruido político que causó La pelota vasca. La piel contra la piedra (2003), por el pecado de reunir a voces de ambos lados, víctimas y verdugos, no tiene precedente. El PP boicoteó el rodaje y la AVT no sólo trató de impedir su estreno en el festival de San Sebastián, sino que convocó manifestac­iones en los Goya del 2004, en las que se lanzaron consignas contra Médem, al que se acusaba de “pelota vasco”, e incluso de “cómplice del terrorismo”.

El caso de La pelota vasca es quizá el que más recuerda al ocurrido ahora con la comedia The

interview, de Sony, aunque hay algo que hilvana todos los casos, un pecado secreto pero bien conocido que atañe a la mayor parte de los que se rasgan las vestiduras contra películas comprometi­das o paródicas: esos vociferant­es guardianes de la rectitud no las habían visto. Y segurament­e tampoco las vieron después.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? SONY PICTURES ?? Parodia. El filme de Seth Rogen es una farsa en torno al régimen de Corea del Norte
SONY PICTURES Parodia. El filme de Seth Rogen es una farsa en torno al régimen de Corea del Norte

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain