Los sindicatos cancelan la huelga de la aerolínea portuguesa TAP
La aerolínea portuguesa TAP operará con normalidad durante las Navidades, según confirmaron el miércoles el Gobierno luso y los sindicatos, lo que permitirá a la compañía realizar las más de 1.100 conexiones previstas que estaban en riesgo por la convocatoria de una huelga. Nueve de los doce sindicatos del grupo anunciaron el miércoles la cancelación de este paro, mientras que los otros tres mantienen la convocatoria pero respetarán la “intervención civil” decretada por el Ejecutivo, medida extraordinaria que permite en casos de interés público obligar a los empleados a trabajar bajo castigo penal.
El ministro de Economía, António Pires de Lima, se congratuló por el acuerdo alcanzado con una mayoría de los representantes de los trabajadores y rechazó que este pacto suponga cualquier tipo de marcha atrás en la privatización de la compañía. La venta de TAP, de propiedad estatal, es rechazada de plano por todos los sindicatos, que programaron inicialmente una huelga para los días 27, 28, 29 y 30 de diciembre como señal de protesta. En declaraciones a los periodistas, Pires de Lima insistió en que no hubo cesiones para lograr este consenso, y atribuyó el acuerdo a la decisión de crear un grupo de trabajo conjunto que podrá influir en las condiciones exigidas por el Estado a la hora de colocar en el mercado la compañía.
Esas condiciones serán reveladas el próximo 15 de enero, de acuerdo con las previsiones del titular de Economía, que apeló a los tres sindicatos que todavía no han desconvocado la huelga a sumarse a sus compañeros e incorporarse a las negociaciones. “La TAP va a volar durante la época de Navidades, ésta es una buena noticia para la compañía y para los portugueses”, subrayó Pires de Lima. Los sindicatos que por el momento mantienen la convocatoria son los de Aviación Civil, de Aviación y Aeropuertos, así como el Personal de Vuelo de Aviación Civil, que juntos representan a más de la mitad de todos los empleados del grupo TAP.
Todos ellos hicieron pública su intención de continuar con este paro, aunque por primera vez reconocieron que acatarán la “intervención civil” del Gobierno. El pulso mantenido entre el Ejecutivo y los sindicatos durante los últimos días fue objeto de debate en Portugal, e incluso destacados dirigentes políticos de izquierda mostraron su apoyo a los trabajadores en su intención de parar para frenar la privatización de TAP. También ocasionó controversia el recurso por el Gobierno a un mecanismo sólo utilizado tres veces en dos décadas.