Mohamed Amine Sbihi
Las autoridades hablan de “falacias” históricas
MINISTRO DE CULTURA MARROQUÍ
Tanto Marruecos como Egipto han decidido prohibir la proyección de la película Exodus, de Ridley Scott, sobre la figura de Moisés. Los responsables de la censura alegan inexactitud histórica y falta de respeto a la religión.
Los gobiernos de Egipto y Marruecos han prohibido la proyección de Exodus: disoses y reyes, la recreación, por parte de Ridley Scott, de la salida de los judíos de Egipto en la época del faraón Ramsés, comandados por Moisés.
La cancelación en Marruecos tuvo lugar el pasado 24 de diciembre, pocas horas antes de su estreno. Las causas de la prohibición del filme de Scott –que se ha mantenido como uno de los más taquilleros en España desde su estreno, el pasado 5 de diciembre– no se han hecho explícitas. El Centro Cinematográfico de Marruecos (CCM), organismo que entrega las autorizaciones a las salas, aún no se ha pronunciado.
El Ministerio de Cultura egipcio, por su parte, achaca su decisión a las “falacias” históricas y religiosas que abundan en este filme supuestamente histórico. “Hemos decidido prohibirla sin consultar a ninguna otra entidad”, comentó ayer el director de la Oficina de Censura Egipcia, Abdul Sattar Fazi, quien ha negado haber consultado a la Universidad de Al Azhar antes de tomar la decisión.
El filme de Scott presenta a Moisés como un general militar, contra la imagen habitual de profeta. En el mundo islámico no se permite la representación icónica de Dios, de Mahoma, ni de ninguno de los profetas reconocidos por el Corán.
Tampoco ha convencido la manera en que el filme muestra la división de las aguas del mar Rojo por parte de Moisés. En el filme de Scott la razón última no es un milagro, como recoge la tradición islámica.
En el filme de Scott, protagonizado por Christian Bale, se muestra a los esclavos judíos como parte de los trabajadores que construyeron las grandes pirámides y la gran esfinge. Algo imposible, según la misma historia de Egipto, pues la construcción de las mismas tuvo lugar siglos antes de la existencia del mismísimo Abraham.