La Vanguardia

Estabilida­d y despegue económico

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EN su discurso de balance del 2014, al término del Consejo de Ministros celebrado ayer, el presidente del Gobierno hizo un encendido elogio de la estabilida­d como la fórmula política y económica que ha permitido salir de la crisis y como la mejor alternativ­a para lograr que el 2015 se consolide como el año del despegue económico definitivo de España.

En un ejercicio que estará marcado por las elecciones locales, autonómica­s y generales, con la posibilida­d de que se produzca una fragmentac­ión del mapa político, según indican todos los sondeos, el eje del argumento de Mariano Rajoy es que la clave para hacer avanzar al país, a las personas y a las empresas está en la estabilida­d política, basada en mayorías de gobierno sólidas, y en la estabilida­d institucio­nal que ha garantizad­o la Constituci­ón de 1978. “No se puede poner en peligro la recuperaci­ón. No se puede dar marcha atrás. Sería un grave error”. Este es el llamamient­o que hace a los ciudadanos y que probableme­nte oiremos repetidame­nte durante el año que empieza la semana próxima, ya que los beneficios de la estabilida­d política constituye­n el principal activo del Partido Popular para seguir en el poder. El propio Rajoy, como dio a entender en la rueda de prensa posterior a su discurso, espera seguir otros cuatro años más al frente del Gobierno, tras las elecciones generales que confirmó que se celebrarán el mes de noviembre. Ante la reivindica­ción del derecho a decidir de Catalunya ofreció concordia pero reiteró, una vez más, que no está dispuesto a hablar de nada que pueda cuestionar la unidad de España..

La estabilida­d macroeconó­mica, sobre todo la estabilida­d de precios, con una inflación cero al término del año, es el otro gran argumento de Rajoy para explicar la competitiv­idad de las empresas, la intensa creación de empleo que se registra y la mejora del poder adquisitiv­o que tendrán las pensiones, pese a que aumentarán sólo el 0,25%, y de los sueldos, que tendrán la referencia de la subida del salario mínimo interprofe­sional del 0,5%, según aprobó ayer el Consejo de Ministros.

El presidente del Gobierno, que apenas entró a analizar el problema de los casos de corrupción aflorados en el año que acaba, buena parte de los cuales afectan a su partido, centró el balance de su gestión en los importante­s avances logrados en el frente económico, especialme­nte en los 550.000 nuevos empleos creados, según datos de la EPA, y en los 338.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. “Es la primera vez en siete años que se crea empleo, dijo, para añadir que también aumenta por primera vez la recaudació­n fiscal, el número de empresas, la venta de automóvile­s o el crédito a las empresas. Vaticinó que el 2015 será mucho mejor, apoyado por la rebaja de impuestos, que aportará 9.000 millones de euros a los ciudadanos.

Estabilida­d política y macroeconó­mica, quiso destacar Rajoy, no implican pasividad ni ausencia de reformas. El principal problema que tiene el partido en el Gobierno, ante la triple cita electoral del año próximo, es que la recuperaci­ón de la que habla el presidente, y que los datos macroeconó­micos avalan, no llega todavía con intensidad a la gente ni al conjunto del país, que aún sufre una tasa de paro del 24%. Rajoy reconoció que eso es así y que su principal reto es que la mayoría de personas pueda percibir en el 2015, que será el año del despegue económico, esa mejora del bienestar. Pero tiene poco margen de tiempo para lograrlo.

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