Menos samba e mais trebalhar
Los ingleses, además de inventar el fútbol, han liderado muchas fases de la historia y aportado innumerables maneras de hacer a la sociedad moderna. Algunos inventos los hemos asumido sin rechistar. Nadie se cuestiona hoy en día que el ferrocarril es un magnífico sistema de transporte o que la industrialización que hizo moderna a Europa arrancó en esa isla que sobrevive orgullosa con la libra, con sus pubs y con una metrópoli tan imponente y vigorosa como Londres. Otra de las tradiciones que se vive con pasión en Gran Bretaña es el fútbol en la época navideña. Mientras el resto de equipos europeos se relajan con el parón vacacional, Santa Claus no permite ni un respiro a aquellos que compiten en equipos británicos. El famoso ‘boxing day’ que concentra partidos durante todas las festividades convirtiendo el panorama en un derroche de partidos. goles y emoción en lugar del páramo futbolístico en el que se sumerge el resto de aficionados europeos. Sin ánimo de caer en el demagógico mensaje de que en España se debería jugar en Navidad porque los jugadores ya viven como señoritos, cosa que sin duda piensan muchos aficionados, sí que sería interesante ver con buenos ojos la apuesta que desarrolla la Premier. Personalmente tengo la sensación que quién idea calendarios y sobre todo quien los consensúa a nivel internacional deja mucho que desear. Los jugadores llegan reventados a final de temporada y cuando hay una gran competición al finalizar las ligas nacionales la planificación no permite recuperación física alguna y el espectáculo se ve deteriorado, como pudo verse en el pasado Mundial en el que ni Messi ni Ronaldo, los dos mejores jugadores del mundo, pudieron brillar como en ellos es habitual. Es
Jugar en Navidad, como en la Premier, tendría que aplicarse en España y no perder concentración
cierto que Messi obtuvo el galardón de mejor jugador del Mundial pero la gente que ama el fútbol y admira a Messi, incluido el propio Leo, saben que ese reconocimiento no fue merecido, sus méritos no alcanzaron el grado de indiscutiblidad alcanzado en otros muchos cosechados por el argentino.
Pero volvamos al ‘Boxing day’. A mi me gustaría ver a los míos jugar partidos de interés en estas fechas, partidos de competiciones importantes, en lugar de comprobar por las redes sociales como me felicitan la Navidad mientras juegan partidos amistosos en los que sólo pueden acumular riesgos o disfrutan de fiestas magníficas en las que cualquiera de nosotros desearía estar pero que desaconsejaríamos para alguien que tiene que ganarnos tres puntos en el próximo partido de Liga. Para verles divirtiéndose ya tenemos el periodo estival pero en plena competición sería más conveniente pocos desahogos emocionales y más concentración. Pocas pachangas amistosas y más puesta a punto para morder cuando se trata de arañar puntos en juego. De hecho hay muchas profesiones que trabajan en Navidades y no se hunde el mundo. Los jugadores del Barça tienen todavía mucha preparación por realizar. A riesgo de repetirlo puede que ustedes se aburran pero es preferible trabajar machaconamente para conseguir mejores resultados que obviar esos detalles y enfadarnos en los partidos. Como decía un gag humorístico de hace unos años: Menos samba e mais trebalhar.