En busca de la avellana perfecta
Coselva desarrolla un árbol más productivo y eficiente para competir con Turquía
Es más productivo que un avellano tradicional, está libre de virus y no tiene rebrotes. De este modo, no hace alta podar el árbol –menos horas de trabajo y un ahorro del 30% del coste de producción para el payés– y es más fácil mecanizar la finca. La cooperativa agrícola de la Selva del Camp (Coselva) ha desarrollado un avellano con el que esperan “rejuvenecer” las fincas para que sean más productivas y competir con más ventaja en el mercado internacional. Coselva produce 5 millones de kilos de frutos secos al año y exporta el 80%.
“Esperamos que se replanten unas 100 hectáreas cada año”, explica Pere Ferré, director y gerente de Coselva (sus socios tienen 3.000 hectáreas de avellanos). Comenzaron a comercializar el plantón hace unos meses y estos árboles mejorados ya crecen en 70 hectáreas. Los planes se están cumpliendo. Este proyecto se remonta a tres años atrás. La entidad –que invierte 60.000 euros al año en investigación– compró en 2011 21 hectáreas del Mas del Víctor. El vivero donde experimentaban hasta entonces se había quedado pequeño y han convertido esta gran finca semiabandonada en un campo experimental donde ahora crecen más de 7.000 plantones del avellano.
“Lo normal es que cada payés replante con un brote de un ár- bol vigoroso, pero eso a la larga envejece la finca y hay que cambiar de mentalidad, hay que estar muy despierto y mantener la competitividad”, mantiene Ferré. Lo cierto es que desde principios de los noventa, en la época de la ‘guerra de la avella- na’ (el kilo llegó a pagarse a menos de tres dólares, cuando este año se está pagando a 14), había 40.000 hectáreas de avellanos en Catalunya. Hoy hay unas 11.000. Y Coselva necesita materia prima para seguir creciendo. Y aunque este año la facturación alcanzará los 30 millones de euros (25 en 2013) porque la cosecha turca ha caído por el mal tiempo, “hay que mirar al futuro. Hemos trabajado mucho en la comercialización y es difícil mejorar ahí, pero sí que podemos mejorar en el proceso de producción”, añade Ferré.
Así que junto al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el IRTA se desarrolló en el laboratorio este nuevo avellano. En la finca experimental de Coselva se ha convertido en realidad: “El N-9, un avellano que produce un 30% más que el convencional, está injertado con una variedad americana que no hace rebrotes”, explica Pep Ollé, jefe de producción de Coselva. Los plantones que no adquieran los socios de Coselva se comercializarán. Un productor de Burdeos, que cultiva 80 hectáreas de avellanos, por ejemplo, ya se ha interesado por este árbol.
Coselva facturará 30 millones de euros, un 20% más que en 2013 por la mejora del precio de la avellana