COSAS DE SANTOS
En esa tienda de Park Avenue también venden perfumes, incienso y –escrito en castellano– “una maravillosa idea para atraer el dinero: el aceite con el dólar de la suerte”.
El bote se vende a 9,99$. Explica el empleado: “Incorpora un billete, que lo pasas por la sustancia y luego te lo frotas por la piel mientras formulas tus deseos”. –¿Funciona? –No lo he probado. –Ya, pero... –Esto es cosa de santos. La conversación anima la ruta hacia el cercano complejo educacional Tito Puente, el salsero de origen puertorriqueño que nació en este Harlem hispano. Le han dedicado, tras fallecer en mayo del 2000, este colegio y un tramo de la calle 110. De inmediato se certifica una contradicción. Es fin de semana y, en ausencia de los niños habituales en estos pasillos, constan sus fotografías. Predominan los negros y los marrones. En cambio, los que corren a por la pelota en el polideportivo son blancos. Han venido de barrios pijos, del Upper West o de Battery Park, simplemente porque la liga de fútbol sala tiene alquilada la pista.
Conversan los padres y madres blancos. Ponen de vuelta y media al alcalde Bill de Blasio. Consideran que quiere acabar con las charter schools, que no es más que un invento de su antecesor, Michael Bloomberg, para “privatizar” colegios públicos. A esto antes se le denominaba segregar.