Yoga para el corazón
Las bondades del yoga van más allá de lo que proclaman su legión de practicantes. No sólo relaja, libera el estrés, reduce la tensión arterial e incluso ayuda a perder masa corporal –pese a que el ejercicio físico es bastante reducido respecto a otras disciplinas– sino que sus beneficios van directos al corazón: reducen de manera no-
IGUAL QUE MONTAR EN BICI El yoga tiene el mismo potencial que correr o montar en bici para el corazón
OPCIÓN VÁLIDA Los cardiólogos recomiendan esta práctica a quienes no les gusta el deporte
table el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Varios trabajos científicos así lo aseguran ante la sorpresa de los cardiólogos: “¡Es increíble que el yoga tenga el mismo potencial que correr o montar en bici para prevenir las enfermedades cardiovasculares!”, asegura Miguel Ángel García-Fernández, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Un trabajo que resume la literatura científica sobre los beneficios del yoga en la salud –un total de 37 estudios que involucran a 2.768 personas– concluye que esta antigua práctica india está relaciona con una reducción de factores de riesgo cardiovasculares, incluidos el peso, la tensión arterial y el colesterol. Esta recopilación científica, realizada por investigadores de universidades de Holanda y de Estados Unidos, y publica
da en el European Journal of Pre
ventive Cardiology, demuestra que los beneficios del ejercicio físico aeróbico son ampliables a esta antigua disciplina centrada en la fuerza, flexibilidad y respiración para mejorar el bienestar físico y mental de la persona. El único pero que los investigadores encuentran respecto a montar en bicicleta o caminar a buen ritmo es que no controla los niveles de azúcar en la sangre.
¿Es el momento, entonces, de incluir la práctica del yoga para prevenir la primera causa de muerte de Europa? El doctor García-Fernández cree que aún hay que seguir investigando, aunque “nadie duda de que ejercitar esta disciplina es positivo. Pero aún hay que saber más para determinar, por ejemplo, cuántas sesiones son las recomendadas”. El secretario de la SEC, sin embargo, deja claro que el yoga es una opción “muy buena” para aquellas personas que, por el motivo que sea, por salud o sencillamente porque no les gusta, huyen de la práctica de ejercicio físico.
Los investigadores sugieren que los beneficios cardiovasculares del yoga podrían deberse a su capacidad para reducir el nivel de estrés. “Esto tiene efectos positivos sobre el estado neuroendocrino y la función metabólica”, añaden los autores de los trabajos, entre ellos, Myriam Hunink, investigadora del Centro Médico de la Universidad de Erasmus y de la Escuela de Salud Pública de Harvard. “Es posible que el impacto psicológico que conllevan los ejercicios aeróbicos también se produzcan con el yoga”, añade Hunink.
El doctor García-Fernández introduce otro factor: la disposición. Las personas que se suman a esta disciplina son “especiales”, señala, entendiendo como tal gente que tiene una manera de pensar determinada, una filosofía vital distinta y que buscan a través de los ejercicios y la meditación el bienestar físico y espiritual. “Creo que es muy posible que esa disposición, ese estar concienciado de hacer algo, sea en sí mismo un factor de prevención del riesgo cardiovascular”.
El secretario de la SEC recuerda que ya hace más de un año un estudio, recogido por esta sociedad científica, puso de manifiesto que aquellos pacientes que sufren episodios recurrentes de fibrilación auricular (FA) podrían reducir estos eventos cardiacos con la práctica de yoga. “La fibrilación auricular es una enfermedad cardiaca que se caracteriza por la alteración del ritmo del corazón, produciendo latidos irregulares y descoordinados. Se trata de la arritmia más frecuente en