Suecia sella un pacto de Estado para frenar el populismo
El Gobierno y la oposición pactan los presupuestos hasta el 2022
Suecia estrenó ayer una nueva era de consenso presupuestario. El Gobierno minoritario del socialdemócrata Stefan Lofven pactó con los Verdes y cuatro pequeños partidos de la oposición conservadora un pacto sobre las cuentas del Estado. Durante los próximos siete años estas fuerzas políticas, con amplio apoyo parlamentario, se comprometen a no votar en contra los presupuestos. Esto garantiza que Lofven pueda seguir gobernando al tiempo que marginaliza a la extrema derecha xenófoba y contraria a la inmigración que se agrupa en el partido Demócratas Suecos.
“Suecia tiene una tradición de resolver cuestiones difíciles”, declaró Lofven durante una conferencia de prensa en Estocolmo. “Estoy satisfecho de que hayamos alcanzado un acuerdo que significa que Suecia va a poder ser gobernada”, añadió.
Suecia vivió a principios de diciembre una inusual crisis política cuando Lofven, elegido apenas tres meses antes, se quedó sin apoyos parlamentarios para aprobar los presupuestos y anunció que no tenía más remedio que convocar elecciones anticipadas en marzo. Los Demócratas Suecos y las pequeñas formaciones del centroderecha no tenían intención de votar los presupuestos con el argumento que se destinaban demasiados fondos a los inmigrantes.
Ahora, según explicó Lofven, los socialdemócratas, los ecologistas y la alianza de cuatro partidos del centroderecha van a coordinar la política sobre pensiones, energía y defensa. Las elecciones, que se habían anunciado para el 22 de marzo, han sido desconvocadas.
Lofven, a cambio del apoyo que ahora recibe de la oposición para el presupuesto del 2015, deberá aceptar sus planteamientos para el del 2016. El acuerdo estará en vigor hasta el 2022, lo que garantiza a Suecia una gran estabilidad política, como es la tradición.
La cultura del compromiso está tan asentada en la democracia sueca que, a pesar de que los gobiernos suelen ser minoritarios, forman alianzas capaces de sostener una legislatura. La última vez que hubo elecciones anticipadas, por ejemplo, fue en 1958.
Ahora, sin embargo, la eclosión de los Demócratas Suecos –tercer partido con más diputados– había producido un bloqueo en el Parlamento.
La extrema derecha tenía la llave de la gobernabilidad ante los recelos que mostraban los conservadores y los socialdemócratas para sellar un gran pacto como el que se anunció ayer y al que ya se ha bautizado con el nombre de acuerdo de Diciembre. Los sondeos, además, auguraban que en las elecciones de marzo el reparto de votos y escaños iba a ser muy similar al de las elecciones del pasado mes de septiembre, aunque tanto socialdemócratas como populistas subían. Ahora Lofven podrá mantener la coalición de gobierno con los Verdes, que suma 138 de los 349 escaños del Parlamento.
El pacto mantiene la política de asilo sueca, la más generosa de la UE. Los refugiados sirios, por ejemplo, tienen garantizada la residencia permanente.