Espías surgidos del frío
China o Rusia podrían haber instalado una red de escuchas en la capital noruega
En Oslo, cerca del Parlamento y en los principales edificios gubernamentales, embajadas y sedes de grandes compañías, se ha descubierto un sofisticado equipo de espionaje escondido en antenas falsas.
Escandinavia vive estos días un clima más propio de la guerra fría que de la nueva era abierta tras la caída del muro de Berlín. Una de las últimas muestras es el hallazgo en Noruega de un sofisticado equipo de espionaje escondido en antenas falsas de telefonía móvil que habían sido colocadas en varios puntos del centro de Oslo, cerca del Parlamento, los principales edificios gubernamentales, algunas embajadas, el Banco Central y las sedes de grandes compañías.
Esta avanzada tecnología se utiliza para rastrear toda la actividad por red móvil que tiene lugar en los alrededores y es capaz de grabar conversaciones y acceder a correos electrónicos, mensajes de texto o imágenes de cualquier aparato situado en la zona.
Este caso de espionaje fue descubierto por el diario Aftenposten, que tras investigar el tema por su cuenta, comunicó el hallazgo a las autoridades noruegas la semana pasada.
La policía reconoce que el espionaje a políticos y empresarios es alto desde hace años.
Aunque todavía es pronto para determinar el origen de este último caso, una de las hipótesis que se barajan es que lo hayan llevado a cabo los servicios de inteligencia de algún país extranjero.
Según las leyes noruegas, sólo la policía y los servicios de seguridad pueden comprar este tipo de tecnología. En los países de la OTAN, de hecho, no está permitido venderla a particulares. Estos aparatos, denominados receptores IMSI, “son muy caros y típicamente ocupan el espacio de una maleta”, explica Pierluigi Paganini, experto en seguridad informática de la European Union Agency for Network and Information Security, que añade que “los modelos más sofisticados pueden costar varios cientos de miles de dólares”.
Esta tecnología, de hecho, levanta preocupaciones en torno a la privacidad y muchas organizaciones llevan tiempo pidiendo a los estados que regulen su utilización. “Pero con frecuencia las autoridades se hacen las sordas en nombre de la seguridad nacional”, destaca el experto.
Sea como sea, el caso ha cogido por sorpresa al Gobierno noruego y ha llevado al ministro de Justicia, Anders Anundsen, a prometer que se harán “todos los esfuerzos para identificar quién está detrás”.
China es uno de los países que podría levantar sospechas, después de que sus relaciones diplomáticas con Noruega quedaran congeladas a raíz de la concesión del premio Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo en el 2010.
Aunque las escuchas también habrían podido ser ordenadas por Rusia, cuyas relaciones con los países nórdicos se hallan en plena escalada de tensión a raíz de la crisis en Ucrania. A la aparición el pasado mes de octubre de un misterioso submarino frente a las costas de Estocolmo, se han sumado las constantes incursiones de aviones militares rusos en el espacio aéreo nórdico, especialmente en la zona del mar Báltico. En algunas ocasiones, estas intromisiones han presentado riesgos para la seguridad aérea.
A comienzos de esta semana, sin ir más lejos, los gobiernos de Suecia y Dinamarca citaron a los embajadores rusos después de que un avión comercial que acababa de despegar de Copenhague estuviera a punto de chocar contra un aparato militar ruso que viajaba sin transpondedor.
No es el primer incidente de este tipo que tiene lugar en la zona, donde los aviones de combate ruso suelen sobrepasar los límites
El espionaje a políticos y empresarios ha sido intenso en los últimos años en Noruega
de su espacio aéreo. A mediados de mes, las autoridades finlandesas modificaron la ruta de varios aviones de pasajeros tras detectar que aeronaves rusas sobrevolaban el Báltico sin el mecanismo que las hace visibles a los radares de la aviación civil.
Suecia ha anunciado refuerzos para su ejército y Noruega, que antes de la invasión de Crimea mantenía buenas relaciones con Rusia, prolongará durante el 2015 la suspensión de la colaboración militar.