Aroma a pan caliente
Llevo la harina en la sangre. Nací y crecí en una panadería tradicional. Veía trabajar la masa a mi padre antes de ir a la escuela y recuerdo perfectamente el aroma a pan caliente que desde el obrador subía hasta mi habitación. En definitiva, desde muy pequeño estaba predestinado a ser panadero y, hasta hoy, mis estudios, mis intereses personales y profesionales acerca del pan y otros alimentos asociados y derivados han ido creciendo día tras día.
Para mí es una auténtica satisfacción presentar Pan casero y otras delicias a los lectores de La Vanguardia. Se trata de un libro sobre cómo hacer pan, magdalenas y galletas en casa sin tener unos conocimientos de base y sin disponer de los utensilios y maquinaria que suele haber en un obrador de panadería.
Ha sido un reto, ya que me he obligado a cambiar la manera de enfocar las cosas, a decirlas con otras palabras y a simplificar procesos y sistemas para ustedes, que probablemente ni se les había pasado por la cabeza hacer su propio pan en casa, y que con mis propuestas y consejos les aseguro que obtendrán muchas satisfacciones cuando vean la calidad obtenida de panes rústicos, integrales, dulces y también los clásicos de la repostería, magdalenas y galletas horneados en el horno doméstico de su cocina.
Es un placer tener la oportunidad de aportar mi bagaje en la recuperación de uno de nuestros alimentos básicos, lleno de sabores y aromas entrañables, que evoca la calidez del hogar, y que no debe faltar en una dieta equilibrada. ¡Ánimo! Convierta su cocina en un obrador. ¡Disfrútelo!